Otro escándalo como el del fiscal Mario Perotti fue protagonizado en 1997 por el juez de instrucción porteño Héctor Ramos, quien borracho se peleó dentro de un albergue transitorio con empleados y policías y terminó renunciando y pidiéndole perdón a su mujer y su hijo frente a las cámaras de televisión. El caso ocurrió la madrugada del 7 de febrero de 1997 cuando el magistrado de 62 años entró con una mujer, mucho menor que él, al hotel alojamiento Mónaco, ubicado en Ricardo Rojas 469 de la Capital Federal. Al cabo de unas horas la muchacha que acompañó a Ramos se retiró corriendo del albergue, motivo por el cual, el encargado subió a la habitación y se encontró con el magistrado en estado de ebriedad. Cuando el responsable del hotel le pidió explicaciones, Ramos reaccionó y lo golpeó con una botella de champagne vacía que tenía en su mano. Al igual que anteanoche hizo el fiscal Perotti, cuando llegó un policía el juez Ramos se le abalanzó le quitó la gorra de un manotazo, pero en este caso se la puso él y empezó a amenazar al efectivo y a "chapear" con su envestidura. "No saben con quién se metieron, yo soy un juez de instrucción", gritaba Ramos mientras demandaba la presencia de altos jefes policiales para que lo reconocieran, ya que carecía de documentación. Los oficiales se constituyeron en el lugar de los incidentes donde reconocieron que el sujeto agresivo era efectivamente el juez Ramos y se labraron las actuaciones de rigor. Cuando la denuncia tomó estado público, Ramos reconoció el escándalo ante las cámaras de televisión y en vivo le pidió perdón a su esposa e hijos por su conducta. El juez luego presentó la renuncia a su cargo en la Cámara del Crimen, lo que evitó el progreso del sumario administrativo. El 27 de agosto de año el juez en lo correccional Francisco Carlos Ponte, lo procesó por el delito de "resistencia a la autoridad" y además ordenó un embargo sobre sus bienes.
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