Jugando con las palabras, Rafael Bielsa aclaró que "si la deuda de Néstor Kirchner se traduce en la gratitud de quien comprende que posiblemente no fuese presidente sin la actitud que tuvo el mandatario saliente, y esto implica una relación madura y no de vasallaje, hablaría bien de la grandeza política de Eduardo Duhalde". Sin embargo, alertó que "si la deuda eterna pasa por estar permanentemente interferido por un pensamiento que no es el propio, necesariamente el panorama no será pacífico". El futuro canciller aprovechó la charla con La Capital para reavivar un clásico rosarino: "Me alegra enormemente que el viejo periodista Evaristo Monti se equivocara al pronosticar que yo iba a ser un derrotado".
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