Los hermanos Wachowski, los directores de "Matrix", son unos tipos misteriosos. Dirigieron la primera parte de la saga siendo unos perfectos desconocidos y después del gran éxito del filme se mantuvieron en la oscuridad, negándose, por ejemplo, a viajar a Cannes, la mayor reunión de las estrellas después de la noche de los Oscar, para presentar la segunda parte, "Matrix recargado". El misterio no fue ajeno al triunfo del primer filme y hoy, día de estreno del segundo en Rosario, continúa siendo la gran carta de la saga, ya que hay versiones encontradas sobre el valor de la secuela. Aunque el misterio y la expectativa que genera pueden terminar jugándole en contra.
"Matrix" se estrenó en 1999. La segunda parte se mostró por primera vez el jueves pasado en Cannes y al día siguiente llegó a las salas de Estados Unidos, en cuyo primer día de exhibición rompió récords de recaudación (42 millones en un solo viernes), esa medida que les gusta tanto -y les conviene, por supuesto- a los estudios.
Cannes se paralizó el día en que estaba programada "Matrix recargado". Los actores del filme Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss y Laurence Fishburne fueron casi la única imagen que circuló en esa jornada. Sin embargo, el tratamiento que la crítica le dio al filme fue frío en algunos casos; burlón, en otros, y negativo en la mayoría. No faltaron adjetivos como "infantil y repetitiva" para definirla. No obstante, para consuelo de los fans, es necesario aclarar que los festivales muchas veces no son una buena fuente para comprobar el valor de una película, porque se trata de un público que sucumbe, aunque no quiera confesarlo, a las modas, y la última en ese sentido es liquidar a las películas más esperadas.
En Estados Unidos las críticas se dividieron. Peter Traves, de la revista The Rolling Stones, dijo que la película vale la pena. Después de declararse un hereje en la capilla de fans de "Matrix", Traves dijo que el gran problema con la secuela fue la expectativa que despertó. Esto, según el crítico, cegó a muchos antes las virtudes de "Matrix recargado" y los concentró sólo en sus fracasos.
Para Mike Clark, crítico del diario Usa Today, sólo los efectos visuales salvan a "Matrix recargado", aunque le puso tres estrellas y le dejó un crédito citando a los hermanos Wachowski cuando aseguraron que el filme es nada más que media película, y que recién se podrá tener una idea final cuando en noviembre próximo se estrena la parte tres, "Matrix revoluciones". The New York Times elogió los efectos visuales y deslizó que, a fin de cuentas, la película era más de lo mismo.
El futuro que cautivó al mundo
El futuro que presentó la primera "Matrix" generó oleadas de fans en todo el mundo, al punto que se llegó a comparar sus efectos sobre el público con los que en su momento despertó la primera saga de "La guerra de las galaxias".
El filme proponía una historia original para el cine, aunque ya desarrollada en algunas obras del escritor Philip K. Dick, el mismo en que se basó Ridley Scott para "Blade Runner". Dick fue un maestro en convertir la paranoia (desconfiar hasta la enfermedad de lo que es evidente y aceptado por todos) en un género literario, y "Matrix" se inscribe en esa línea, ya que su argumento central sostiene que toda la especie humana vive engañada, en un sueño placentero cuando, en realidad, es una esclava.
Según relata la primera película, los hombres crearon máquinas muy potentes e inteligentes. Un día estalló entre ellos una guerra en la que los hombres salieron perdiendo pero con la esperanza de que las máquinas morirían pronto por falta de energía. Sin embargo, los artefactos encontraron la forma de matar dos pájaros de un tiro: neutralizarían a sus enemigos los humanos y en el mismo gesto se proveerían de la energía necesaria.
A partir de ese momento los seres humanos dejaron de nacer y empezaron a ser cultivados por las máquinas en gigantescas plantaciones parecidas a un galpón con millones de incubadoras. Los hombres nunca salían de su "cascarón" y mientras las máquinas se alimentaban de la energía humana los proveían de una realidad alternativa, un simulacro de vida en la Tierra a través de diferentes programas de computación que maneja una gigantesca computadora llamada Matrix.
De forma misteriosa, un hombre logró desconectarse y arrancó a Morfeo (Laurence Fishburne) del sueño computacional. Cuando el hombre murió empezó a circular una profecía, según la cual surgiría un mesías, quien liberaría a los humanos de las máquinas. Después de años de búsqueda y de una actividad subterránea, Morfeo cree descubrir al elegido en Thomas Anderson (Reeves), un empleado de una compañía de software que por las noches se transforma en un pirata informático bajo el nombre de Neo.
La primera película termina con Neo aceptando su condición de mesías, enamorado de su compañera de lucha Trinity (Moss) y al frente de la batalla contra las poderosas máquinas.
En"Matrix recargado" el poder de Neo crece pero a la par "Sión", la última ciudad libre de los humanos, está a punto de caer abatida bajo los tentáculos de una escuadra de 250 mil centinelas (naves de combate similares a un calamar guiadas por Matrix).
A Sión le quedan pocas horas de vida y en ese tiempo Neo tiene que hallar una forma de terminar la guerra con las máquinas. La única solución es entonces regresar a Matrix y arriesgarse por completo.
Según se anticipó, el filme insistirá con su combinación de artes marciales, coreografías, efectos especiales, mitología, filosofía contemporánea, ciencia ficción y literatura fantástica, además del imprescindible lenguaje de la computación.
Para Keanu Reeves el eje de "Matrix recargado" sigue siendo el mismo que el que se esbozó en "Matrix". "La verdad suele ser aterrorizante y eso es una de las fuerzas motrices del cine de los hermanos Wachowski", dijo el actor, quien después explicitó cómo se relacionan los filmes de la saga desde el punto de vista de su personaje: "En la segunda y tercera películas, exploran las consecuencias de la decisión de Neo de conocer la verdad. Han hecho a «Recargado» y «Revoluciones» aún más densas, provocativas y entretenidas que la primera película. Es una historia extremadamente bella", dijo.
"En realidad, la segunda película es una búsqueda personal para Neo. Está pasando por el proceso de tratar de aceptar lo que se le ha pedido hacer. Sigue buscando verdades más y más profundas, y eso significa que debe luchar con mayor intensidad que antes y enfrentarse a visiones del futuro. Las dos nuevas parte del filme mostrarán cómo es la vida de Neo", comentó el actor.
En la primera parte el agente Smith definía a los hombres como un virus. Sólo el género humano poblaba un lugar hasta devastarlo, para después trasladarse a otro sitio y seguir con la misma faena. El planteo sigue siendo el mismo en la segunda parte, aunque Smith, el resistente antivirus destruido en la película inicial, regresa fortificado y en compañía de una legión de secuaces con su mismo rostro.
Pero la multiplicación de los Smith es sólo una de las promesas del filme, que hoy promete llenar los cines de Rosario como en las épocas de oro, por más que para la crítica el mundo enigmático de los Wachowski se esté empezando a transformar sólo un barrio bizarro.