Año CXXXVI
 Nº 49.848
Rosario,
miércoles  21 de
mayo de 2003
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El sureste asiático podría ser el próximo blanco

Hong Kong. - Una nueva campaña de atentados parece haberse iniciado en el mundo y el sureste asiático podría ser el próximo objetivo, opinan los expertos. Organizaciones tales como Jemaa Islamiya (JI) podrían estar preparándose para golpear en la región en la estela de la reanudación de las actividades de Al Qaeda, señalan. "Es prácticamente seguro que habrá atentados en Asia, ya ocurrió en Bali, ¿por qué no habría de ocurrir de nuevo?", destacó Andrew Tan del Instituto de estudios de estrategia y de defensa de Singapur.
El atentado contra dos discotecas de Bali en octubre pasado, que provocó 202 muertos, constituyó para las autoridades de los países asiáticos un llamado de atención terrible acerca de la amenazas que representa el terrorismo en esta parte del mundo.
Considerada por EEUU como la filial asiática de Al Qaeda, JI está acusada de haber cometido el atentado, cuyos presuntos autores comenzaron a ser juzgados en Denpasar, la capital de Bali. Pero para los expertos en materia de terrorismo, una condena o incluso una ejecución de los acusados no afectaría a esta organización.
Los atentados en Marruecos y Arabia Saudita están considerados por los expertos como la prueba de que la guerra mundial contra el terrorismo no ha afectado a la capacidad de acción de grupos como Al Qaeda y Jemaa Islamiya.
Al Qaeda en particular parece haber haber conseguido reconstituirse y haber remplazado, tras su detención, a sus jefes Jalid Sheij Mohamed y Walid Mohamed bin Attash, número 3 y 4 de la organización respectivamente. Los países islámicos asiáticos confrontados a una pobreza endémica, con economías frágiles afectadas por la epidemia de neumonía atípica y opiniones públicas cada vez más anti occidentales debido a la guerra de EEUU contra Irak, constituyen el terreno ideal para los grupos fanáticos.

Discotecas y bares en la mira
Sin embargo, las recientes detenciones han hecho que Al Qaeda sea incapaz de llevar a cabo acciones de la envergadura de las del 11 de septiembre de 2001, estiman los expertos, que piensan que las eventuales acciones futuras podrían tener como objetivo "blancos blandos" tales como discotecas, bares y otros lugares de reunión. Como en el caso de las acciones de la semana pasada, esos atentados deberían tener forma de ataques suicidas, coches bombas o ataques con cohetes eventualmente contra aviones civiles.
En cuanto a los blancos, éstos no deberían limitarse a las instalaciones occidentales. "Hay bastante odio contra países musulmanes moderados que rechazan adoptar una línea dura respecto a Occidente", afirmó Andrew Tan. "Es algo que se ha evidenciado tras las explosiones de Bali y Casablanca, dos lugares ubicados en países musulmanes moderados". Si bien los grupos islamistas pululan en la región, pocos son los que tienen capacidad para efectuar atentados de envergadura, estiman. (AFP)


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