El presidente Eduardo Duhalde otorgará en las próximas horas el indulto o conmutación de penas al ex jefe guerrillero Enrique Gorriarán Merlo -condenado a la pena máxima por el copamiento al cuartel de La Tablada- y al ex líder carapintada Mohamed Alí Seineldín, quien purga reclusión perpetua por un alzamiento militar perpetrado en 1990.
"Lo vienen pidiendo hace tiempo los familiares de Gorriarán Merlo y familiares y amigos de Seineldín, dos hombres que creo que estaban equivocados en el pasado. La violencia siempre es mala consejera", explicó Duhalde durante el programa "Desde el llano" que conduce el periodista Joaquín Morales Solá, al justificar el perdón que resolvió conceder para "clausurar una etapa".
Desde Santa Cruz el futuro presidente, Néstor Kirchner, criticó la decisión de Duhalde. "Cuando se produjo el indulto del ex presidente (Carlos) Menem yo, como muchos argentinos, no estuve de acuerdo", expresó Kirchner, quien días atrás recordó su rechazo a la indulgencia que el riojano dictó en favor de los ex comandantes de la última dictadura (1976-83) y de jefes montoneros.
El 15 de mayo último Duhalde recibió una carta mediante la cual la esposa de Seineldín, Martha Labeau, imploró por un indulto para el ex coronel que el 3 de diciembre del •90 lideró el último alzamiento militar. Paralelamente, acumuló reclamos de las hijas de Gorriarán, del MTP y de organizaciones de distintos países por la liberación del ex jefe guerrillero, preso por el ataque al regimiento de La Tablada, perpetrado los días 23 y 24 de enero de 1989.
Las hijas del ex líder guerrillero, Adriana y Cecilia Gorriarán, habían reclamado, a través de una carta, ayer mismo a Duhalde el indulto y libertad de su padre y señalaron su "preocupación" por la huelga de hambre que realiza desde el 5 de mayo último.
"Desde que asumió (Duhalde) hemos mantenido conversaciones con funcionarios del gobierno, quienes en todo momento manifestaron su voluntad y real posibilidad de resolver el problema. Decimos real porque, en gobiernos anteriores, especialmente el de (Carlos) Menem, se ilusionó todos los años a la familia con un indulto que nunca se dio", expresaron las hijas en la misiva.
También indicaron que "el momento histórico que viven los argentinos hacia una nueva institucionalización del país constituye un hito que no se completaría si se persiste en trasladar problemas del pasado con la existencia de presos políticos".
Las hijas de Gorriarán, quienes señalaron que la libertad de su padre es una cuestión de "estricta justicia", agregaron que en los últimos días recibieron el respaldo del cardenal argentino Jorge Bergoglio y del arzobispo de Managua Miguel Obando Bravo; de los premios Nobel Adolfo Pérez Esquivel y José Saramago y, a través de varios funcionarios brasileños, de Lula da Silva.
Las muchachas solicitaron a Duhalde una urgente entrevista para abordar el tema y expresaron su deseo de que la libertad de su padre se produzca "antes de la asunción del próximo gobierno".
Una medida "inminente"
Poco después, Duhalde dijo que "es inminente" el indulto a los dos hombres que purgan condenas a la pena máxima. Y añadió que "ya no existe en la Argentina esa política con armas en la mano, con enfrentamiento. Es una historia pasada, nosotros debemos clausurar la etapa de esta forma... y por eso he tomado la determinación".
Así las cosas, la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia trabajaba anoche en el borrador del decreto que elevará a Duhalde en las próximas horas, según confió el vocero presidencial Luis Verdi, quien explicó que "hay una discusión técnica sobre si será un indulto o una conmutación de penas".
Se presume, no obstante, que Duhalde optará por la vía del indulto para poner fin a las condenas que cumplen Gorriarán y Seineldín.
El indulto es una atribución presidencial vigente en el derecho interno argentino que constituye un perdón absoluto a una persona condenada por la comisión de un delito.
Se trata, en realidad, de un instrumento de origen monárquico que ha cosechado críticas porque permite al Poder Ejecutivo dejar sin efecto una sentencia dictada por otro Poder del Estado: la Justicia.
El ex presidente Carlos Menem indultó en 1989 y en 1990 a cientos de militares y civiles condenados por negligencia en la Guerra de Malvinas, a oficiales carapintadas, a dirigentes montoneros y a los máximos responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura del período 1976-83.
El radical Fernando de la Rúa, que sucedió a Menem en 1999, optó en cambio por la conmutación de penas a la hora de liberar de las cárceles a los militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP) que en 1989 atacaron el cuartel militar de La Tablada.
Técnicamente, la conmutación de penas constituye una reducción de condena que no elimina sino reemplaza lo dispuesto por el Poder Judicial. Al igual que el indulto, se trata de una facultad presidencial respaldada por la Constitución nacional.
Las repercusiones
La posibilidad de que Gorriarán Merlo y Seineldín se beneficien con un indulto presidencial fue rechazada anoche casi unánimemente por figuras de la política y la Iglesia.
El obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, se declaró "enemigo histórico" de los indultos y estimó que las sentencias "deben cumplirse para fortalecer la Justicia".
Por su parte, la candidata a jefe de Gobierno porteña por Recrear, Patricia Bullrich, reclamó "respeto a la ley y la Justicia" porque "si no es así y siempre se toman medidas de este tipo, nadie va a creer en la Justicia", dijo.
La ex montonera reafirmó que la posición de su partido "es de respeto a la ley" y cuestionó que con un indulto se "abre una instancia en que las sanciones están subordinadas a criterios distintos a los de la Justicia".
En tanto desde los partidos de izquierda, aunque admitieron su desacuerdo, prefirieron esperar la confirmación oficial y emitir entonces una opinión común.
"Los indultos no sirven para pacificar", aseguró monseñor Laguna apenas conocida la decisión del presidente Duhalde.Si bien no quiso hablar sobre esos casos en particular, el prelado recordó que él mismo se opuso en forma "durísima" a los beneficios de ese tipo propiciados en su momento por el ex presidente Carlos Menem.Tras reconocer que no tenía una opinión formada en cuanto a sentencias "muy largas" y a una posible conmutación de penas en esos casos, señaló que los indultos deben ser "singulares y estar fundamentados sobre argumentos éticos".
Por su parte, la ex secretaria de Derechos Humanos y actual senadora por el Frepaso, Diana Conti, consideró "atinada" la decisión de Duhalde porque "tiende a pacificar", dijo.
"Es un gesto generoso de Duhalde al no dejar instalado un tema controversial para el presidente electo" Néstor Kirchner, opinó Conti.
Según la ex funcionaria de De la Rúa, "la situación ha madurado lo suficiente como para que los militares acepten la decisión sobre Gorriarán Merlo y otros sectores la de Seineldín", afirmó.