Año CXXXVI
 Nº 49.847
Rosario,
martes  20 de
mayo de 2003
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Presentó su nuevo filme en Cannes
Héctor Babenco: "La historia de esta película me devolvió las ganas de trabajar"
El director contó que "Carandiru" muestra la realidad de una sociedad desde sus cárceles

"La cárcel tiene para mí un significado mucho más metafórico que realista, es una especie de «huis clos» que yo me impongo para poder jugar el drama de los personajes", declaró el director argentino-brasileño Héctor Babenco, cuya película "Carandiru" fue presentada ayer en competición en el Festival de Cannes.
"Carandiru", que narra la tragedia de la cárcel de San Pablo es la tercera obra de Babenco que transcurre en un presidio, después de "Pixote" y "El beso de la mujer araña", una constante que el director explica por ese significado metafórico "pese a que esta película es tan realista que parece hiperrealista".
"La cárcel tiene el significado del límite. Una sociedad que aprende a manejarse socialmente dentro de un área cerrada y clausurada me pareció un desafío fascinante para contar una historia y desarrollar otras historias dentro de ella", dijo.
"Se puede conocer por lo menos la idiosincrasia de aquéllos que han sido juzgados y condenados, y a los que tanto tememos, que son personas como las otras, que también tienen familia, pero que tienen una carencia absoluta, y una orfandad por parte del Estado, que no les ha dado desde el inicio de su vida absolutamente ninguna infraestructura para que puedan crecer conociendo por lo menos los códigos esenciales de ética y moral, la idea de la tolerancia y del respeto del otro", dijo el director.
Babenco vuelve con esta obra a hacer cine después de varios años de inactividad a la que lo obligó la enfermedad.
"Esta película es para mí una coincidencia muy feliz, porque el hombre que escribió el libro en el que está basada es el médico que me curó del cáncer y tenemos una relación de catorce años, durante los cuales yo seguí el proceso de escritura del libro. Se estableció una relación muy especial. Y cuando yo me curé, el libro estaba ya en las vidrieras", contó.
"Yo estaba muy mal, muy carente de fantasía propia después de salir de un trasplante de médula ósea y de un tratamiento muy duro, y el leer el libro con formato de libro, no ya en páginas sueltas, me devolvió las ganas de trabajar" confió el cineasta.
Nacido en Argentina y radicado en Brasil, donde se nacionalizó, Babenco explica que se siente de los dos países. "Soy una mezcla. Viví en Argentina hasta el final de la adolescencia y debo a Argentina una formación intelectual seria, una curiosidad y un respeto por el mundo, un amor por la literatura, un amor por el cine, un respeto por el arte y una melancolía y una tristeza que son muy argentinas y que me dan miedo. Brasil me dio la alegría de existir, la confirmación de que para ser feliz no hay que ser triste y de que la vida puede ser algo más relajado y más tranquilo", dijo.



El realizador volvió al cine después de una enfermedad.
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