El presidente Eduardo Duhalde firmará el lunes próximo un decreto que habilita la creación de una nueva línea aérea, la cual empleará a la totalidad de los empleados de la empresa Lapa, que dejó de operar en el mercado en abril último.
La información fue confirmada ayer por la mañana por el jefe de Estado e incluso había anticipado que la rúbrica del decreto se iba a producir ayer, pero luego fuentes gubernamentales y del Ministerio de la Producción corrigieron la fecha.
"Hoy estoy firmando el decreto", había adelantado Duhalde en la última edición de su programa de radio sabatino, luego de que los Ministerios de la Producción y Economía llegaran a un acuerdo sobre cómo implementar la puesta en marcha de la línea aérea.
El ministro Roberto Lavagna accedió a rubricar la norma en la noche del viernes y los trabajadores aeronáuticos estuvieron detrás de las autoridades del Ministerio de Defensa para que hicieran lo propio. Aunque no lo consiguieron, obtuvieron el compromiso de que ello ocurrirá a más tardar el lunes a primera hora.
El Poder Ejecutivo tiene intenciones de presentar la semana próxima una nueva aerolínea con la que reemplazará a Lapa con la figura de sociedad anónima, con vistas a que sea privatizada en un futuro no muy lejano.
Lapa había dejado de operar en Semana Santa cuando su personal decidió medidas de fuerza para reclamar salarios atrasados, pero además porque la empresa -por su difícil situación financiera- estaba imposibilitada de conseguir combustible para sus aviones.
Ante los miles de pasajeros perjudicados el gobierno tomó cartas en el asunto, consiguió el combustible para los dos aviones de Lapa, sumó otras dos unidades provenientes de la compañía Lade e hizo un convenio con Aerolíneas Argentinas y Southern Winds para canjear boletos.
Posteriormente, sin la asistencia estatal y tras la huida de sus empresarios, Lapa dejó de operar y sus trabajadores vinieron efectuando reclamos para recuperar sus fuentes de empleo.
El proyecto que maneja el Ministerio de Producción dispone la constitución de una "sociedad anónima con vocación de transitoriedad en la órbita estatal y hasta que se privatice bajo el régimen de la ley 19.550 de sociedades comerciales".
Prevé además que el 100 por ciento del capital de la nueva aerolínea pertenecerá al Estado Nacional a través de Intercargo Sociedad Anónima Comercial, la empresa que efectuará el aporte de capital, desembolsará los gastos de constitución y funcionamiento inicial.
La nueva aerolínea absorberá a los 850 empleados que tenía Lapa. El gobierno reconoció que la plantilla de personal es excesiva para las cinco aeronaves con las que opera la empresa, que podría funcionar con 500 trabajadores, pero el excedente se destinará a tareas que la compañía tercerizaba, tales como seguridad, limpieza y catering.
Una vez puesta en marcha, la idea del gobierno es hacer la empresa lo más competitiva posible para transferirla lo más pronto posible a manos privadas, aunque esa es una asignatura que quedará pendiente para la administración de Néstor Kirchner, que asume el 25 de mayo próximo.
Lista para privatizar
La compañía creada por el Estado funcionará como una sociedad anónima y no será un activo público, de manera que a la hora de desprenderse de ella no haya que realizar un proceso privatizador como el que se utilizó para Aerolíneas Argentinas.
Terminado el proceso de salvataje del personal de Lapa, le tocará el turno a otra aerolínea cuya intervención ya fue solicitada por el gobierno.
Se trata de Dinar, que también afronta una serie de problemas. En este caso el gobierno reconoció que se está trabajando para llegar a una solución que garantice la continuidad de las fuentes laborales.
El gobierno ya pidió la intervención de la aerolínea en el concurso de la empresa en Salta, ante la crisis de un directorio dividido en dos, en el que ninguna de las partes se hace cargo de la compañía.