Se instala en Rosario una filial del foro de proveedores de las Naciones Unidas

El objetivo es crear una oferta exportable local. El mercado potencial tiene un piso de unos 50 millones de dólares

Un grupo de empresarios rosarinos, bajo el auspicio de la Agencia de Desarrollo, creará la primera filial en el interior del Foro de Empresas Argentinas Proveedoras de la ONU (Feapnu), un comité de trabajo tendiente a capturar el nicho de exportación que significan los programas de ayuda humanitaria manejados por el organismo.
El foro creado el año pasado funciona bajo la coordinación de la Secretaría de Comercio de Exterior de Cancillería y reúne a unas 80 empresas que ya son proveedoras de la ONU o aspiran a serlo. Entre sus participantes figuran la santafesina Sidal, Sancor, Sodexo, Roemmers, Molinos, Swift y los polos tecnológicos Constituyentes y de Rosario.
El mercado de compras de las Naciones Unidas para sus diversas misiones llega a 4 mil millones de dólares anuales y está dominado por las empresas de los países que son principales aportantes al organismo, como Estados Unidos, Europa y Japón, y países que han logrado penetrar con una interesante oferta exportadora, como Australia, Nueva Zelanda e India.
Las empresas argentinas venden apenas 3 ó 4 millones de dólares a los fondos, programas y agencias de la ONU, una relación insignificante respecto de la cuota que aporta el país al organismo, de unos 50 millones de dólares. Este dato es importante porque el valor del aporte es el nivel teórico planteado como piso para participar de este tipo de licitaciones. Argentina llegó a vender por 60 millones de dólares en el año 98, para luego declinar en participación.
El funcionario de Cancillería Jorge Arguindegui estuvo la semana pasada en Rosario, invitado por la Agencia de Desarrollo, para interiorizar a unos 50 empresarios de la región sobre las posibilidades de acceder a ese mercado. La reunión obedeció al pedido de los mismos hombres de negocios, que decidieron crear una filial local del foro de proveedores de la ONU.
"Hay empresas que están participando y otras que no, pero la idea es que el foro sirva como una instancia de coordinación para reunir información, ajustar la oferta y promover fórmulas asociativas para ingresar en este mercado", señaló Arguindegui.
El funcionario explicó que la demanda de bienes y servicios de las agencias vinculadas a las Naciones Unidas son muy variadas, desde alimentos y materias primas hasta medicamentos, bienes de capital, servicios, software, etcétera. Aclaró que tampoco es un nicho para grandes exportadores: "De hecho, hay licitaciones de hasta 10 mil dólares, de 10 mil a 40 mil dólares y de más de 100 mil, hay lugar para las pymes".
El acceso a la información es vital para pelear este mercado. Las agencias de la ONU encargadas de la compra de insumos están en los principales países desarrollados pero también en los países del tercer mundo a los que se destina mayoritariamente esta ayuda. "Por eso es importante que el trabajo se realice con la colaboración de los agregados comerciales del país en esas zonas", señaló el diplomático.
La devaluación mejora las posibilidades de los productores locales en materia de precios pero no es el único aspecto que entra en la ecuación. "Aun teniendo precios hay que tener una dinámica y una preparación, y una oferta confiable y coherente a través del tiempo", agregó.
Según explicó, se trata de licitaciones "muy rigurosas" generadas a partir de una base de registro única. Las empresas que aspiren a participar de las mismas deben exponer sus balances, enviar catálogos y muestras, identificar claramente en cuál de las agencias, fondos o programas están interesadas y, sobre todo, armarse de paciencia y apelar a la perseverancia.
"Cancillería le brinda asesoramiento y apoyo real a las empresa interesadas, mediante el trabajo de sus representante en el exterior", recalcó Arguindegui.
El Feapnu, que tendrá ahora su representación en Rosario, es el ámbito indicado para comenzar a recorrer este camino. El foro cuenta con un programa de reuniones quincenales, con el objeto de intercambiar experiencias, unificar criterios, señalar dificultades comunes y brindar apoyo para cada situación que se presenta en el exterior. El requisito para la incorporación de una empresa nueva a este espacio es que se inscriba en el registro de proveedores de la ONU.