Si ganaba Carlos Menem varios dirigentes eran número puesto para encabezar sublemas en calidad de candidatos a gobernador o vice (Alberto Hammerly, Jorge Giorgetti, Armando Traferri, Pedro González, Carlos Castellani), pero, además, un elenco no menor al centenar quedaba bien posicionado para continuar como intendentes, legisladores o concejales. Ahora todo naufraga en un mar de dudas. De hecho, algunas postulaciones han caído, y hasta la supervivencia política es insegura a partir de diciembre, cuando caduquen los mandatos.
El menemismo santafesino debate el futuro. "La renuncia del Turco al ballottage puede que nos haya salvado del Titanic, como hubiese sido una derrota 70 a 30, pero no de la tempestad que tendremos que afrontar", graficó un dirigente.
El diputado Jorge Giorgetti aseguró que los acontecimientos "no modificarán" su intención de seguir adelante "con el proyecto de producción". Con relación al desbalance frente a otros candidatos, señaló que el gobernador Carlos Reutemann "seguro se va a mantener prescindente y no va a apoyar a nadie explícitamente. Por otra parte, yo fui socio fundador del reutemismo", unos doce años atrás.
A la postulación de Hammerly, alentada desde el oficialismo, muchos la dan por terminada, sobre todo luego del escándalo con las cajas para los inundados que eyectó del cargo a la subsecretaria Adriana Cavutto, integrante de su riñón. Ahora al gobernador lo ven pensando otro armado: un sublema reutemista puro o acordado con el ya postulado Jorge Obeid (fortalecido por el triunfo de Néstor Kirchner), más un tercero para el resto del justicialismo.
Haciendo catarsis
Hubo una reunión en Pueblo Esther que encontró a media docena de intendentes desesperados por hacer catarsis: González (Villa Gobernador Gálvez) y Traferri (San Lorenzo), y otros que, como ellos, vienen ganando una elección tras otra por más de 10 años. Se trata de Pedro Spina (Arroyo Seco), Miguel Fiorante (Coronel Bogado), el local Luis Bolacci y el más reciente de Funes, Juan Míguez. La conclusión: responder a la conducción de Reutemann y sostener una especie de liga de intendentes para pelear en conjunto a fin de evitar la debacle. El lunes volverán a encontrarse en Villa Gobernador Gálvez con la idea de pedirle a Reutemann un puesto en la lista a diputado nacional.
Aquí apareció la punta de lo que luego se vio: derrotado Menem, el péndulo recuesta a los menemistas sobre el Lole, mientras unos y otros observan la acechanza que se perfila enfrente: la "coalición" (nuevo término acuñado por el intendente de Rosario, Hermes Binner) entre el socialismo, parte del kirchnerismo, peronistas disidentes y gente del ARI.
Precisamente, el adversario que se levanta suscita debates. Al sindicalista Claudio Leoni, de la Festram (empleados municipales), lo zamarrearon en la sede del PJ: fue acusado de jugar para Binner al disponer paros en las comunas y decir que es responsable Reutemann, quien no manda la coparticipación.
Otro menemista esbozó la conclusión clara de la semana. "Todavía respiramos porque a la desgracia de Menem no se sumó la de Reutemann, al que muchos le pronosticaban futuro de cadáver político por la inundación". Las últimas encuestas volvieron a ubicar al gobernador en la ponderación que le guarda el pueblo santafesino, que lo vio batallando contra las aguas.
El viernes en Arocena, localidad del norte, otros menemistas se reunieron para descargarse y ver cómo continúa el estado de las cosas. Era el grupo que organizó el acto de Menem en el Patio de la Madera, compuesto por los rosarinos Oscar Barrionuevo, Jorge Bilicic, Rodolfo Vacchiano, Dantti Aranda y varios intendentes del norte. Faltaron (por la sesión de la Legislatura) Carlos Bermúdez y un par de diputados más.
"Muchachos, mostremos que estamos en plenitud porque en la provincia ganamos", intentó levantar el ánimo Barrionuevo en referencia a la primera vuelta.
Frente a La Capital, declaró: "El panorama no será desalentador en septiembre porque todo el peronismo marchará unido, incluida la gente de Rodríguez Saá y los mejores y más conocidos militantes de Kirchner". Para sorpresa de muchos, Barrionuevo cargó contra el sector de los intendentes menemistas del Gran Rosario que se reúnen por separado: "Aportan el 7% de los votos que el justicialismo alcanza en cada elección y creen que son Gardel. Mayor mérito reúnen las seccionales de Rosario (que colecta más del 30% de los votos), que no disponen de planes sociales ni aportes del Tesoro nacional para repartir y donde las elecciones se ganan siempre". El menemismo está que arde.