Año CXXXVI
 Nº 49.845
Rosario,
domingo  18 de
mayo de 2003
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Panorama político
Si el peronismo se une, el país se salva

Evaristo Monti

El apoderado de la extinta fórmula Menem-Romero se llama Luis Rodolfo Giacosa, el mismo que se abstuvo de denunciar fraude y expurgó unos miles de documentos vencidos. He revisado en estos días las versiones taquigráficas de la Convención Nacional Constituyente que en 1994 funcionó en Santa Fe. En la quinta reunión, 2 de junio, se oyeron definiciones que hoy, 9 años más tarde lucen atrapantes.
Ese día, Giacosa -repito, apoderado de la fórmula Menem-Romero- en el largo debate sobre el reglamento interno cuyo artículo 129 mandó votar en bloque las coincidencias básicas entre Menem y Alfonsín que el país conoce como Pacto de Olivos dijo: "No me gusta votar el ballottage como a mis amigos los radicales no les gusta votar la reelección". Las circunstancias lo pusieron hace unos días a darse el gusto de hacer abstracta la segunda vuelta al presentarle a la justicia electoral el retiro del binomio que representó. Es una gentileza del destino. Ese mismo día, 2 de junio de 1994, una desconocida radical chaqueña, llamativa por su volumen, cara redonda, voz clara y dicción perfecta, sentada en la fila siguiente a la de Raúl Alfonsín se reveló con una pieza de notable contenido y quedó incorporada a la política activa de la Nación. Elisa María Avelina Carrió arrancó ruidosos y prolongados aplausos, en especial en la bancada radical ya que culminó con este cuasi juramento: "Más sincera no he podido ser, he planteado una discrepancia respetuosa, he marcado la complejidad del tema, es cierto que en mi partido hubo enormes discrepancias con motivo de este pacto pero también es cierto que a la Unión Cívica Radical la unen principios muy viejos y muy largos, nos unen Alem, Irigoyen y el sueño de Alfonsín en 1983 y esto de ninguna manera romperá aquellos principios sino que, por el contrario, nos hará mas fuertes y más poderosos en el futuro". Giacosa fue el portador del mensaje para evitar un ballottage que se implantó votándolo a disgusto y Carrió abominó de su fe radical y no solo desgajó al partido, fundó otro y se ha vuelto antiradical.

Faltazo
Ese día, el matrimonio Kirchner, Néstor Carlos y Cristina Fernández no concurrieron. Ella tuvo activa participación, él fue poco. Se sentaba a mi lado y debo recordar que expresaba habitual disconformidad. Sus escasas intervenciones no fueron para estimular el pacto si bien la actual senadora integraba la mesa del bloque Partido Justicialista presidido por Alasino. En las dos primeras filas centrales las bancas estaban ocupadas por la flor y nata del menemismo de ese momento: Corach, Marín Rodolfo Díaz, Maqueda, Rosatti, Reutemann, Yoma, Alasino, Duhalde, Gildo Insfran, Barra, Cavagna Martínez, Puerta, Rodríguez Saa, Iribarne, Romero, Balestrini, Manfredotti, Britos, Russo, García Lema, Pierri, Claudia Bello, Adelina de Viola. En el estrado, presidiendo Eduardo Menem, de vice Ramón Mestre más cerca de Menem que de Alfonsín. De esa nómina de elite menemista, el lector avisado y politizado deducirá los virajes del tiempo porque siendo la vida un instante entre dos eternidades, 9 años son un soplo para las consecuencias o los oportunismos. En las agonales horas previas a resignar la segunda vuelta, puesto que ya abunda la información ¿a quién tuvo Menem cerca?. A la hora de inmolarse leyendo encuestas de tétricos pronósticos para hoy ¿en dónde estaba aquella elite de la pizza con champagne?. En la versión taquigráfica de esa jornada, aparece un convencional planteando una cuestión de privilegio porque, dijo, le resultaba oprobioso que grandes personalidades de la política aceptaran ser rematadas mandando los fondos a entidades de beneficencia. Se recaudaron 214.00 dólares para un centro destinado a defender al infante neurológico, por Menem pagaron 72.000 dólares, Mauricio Macri remató al tenista José Luis Clerc y el presidente de la Unión Industrial, Blanco Villegas compitió con Zulemita Menem para llevar a su mesa un importantísimo político de gran fama y prestigio de entonces y de hoy. La vida es así, al menos es un título cinematográfico. Tenemos presidente y vice, ambos de PJ, Kirchner viene de Santa Cruz y Scioli del menemismo.
Kirchner nunca estuvo en el círculo áulico, del que se fueron variones jugando a la rayuela. Alguno famoso comía pizza con Don Perigno y se hacía rematar junto a la nena del presi. Ellos cambian nosotros no. Aquí estamos, a una semana del 25 de mayo. Lealtades, transferencias, acomodamientos, oportunismos, desvergüenzas. En estos significantes momentos los humanos mostramos nuestras grandezas y miserias. En 48 horas la Carrió hizo las dos cosas: proclamó noblemente que a Kirchner hay que ayudarlo a gobernar y enseguida lo acusó de hacer de su provincia un feudo. Elisa no puede vivir sin insultar a alguien, se fue Menem, entra Kirchner.

Discursos
Hubo dos discursos importantes en estos días, Uno violento, visceral, irreflexivo, el de Kirchner condenando la actitud de Menem. El presidente electo admitió no haberlo redactado pero no debió leerlo, la Argentina no está para azuzar más odios y rencores. El otro fue una mano tendida por Menem, al justificar su abandono del ballottage. Es obvia la primera reacción: es aparente, una elegancia, no le creemos. Esta reacción es histórica. Cuando George Viereck entrevistó en 1928 a uno de los políticos más grandes de la modernidad, el francés Georges Clemenceau le transmitió lo siguiente: "El Kaiser Guillermo II me explicó su decisión del 11 de noviembre de 1918 diciendo que si se quedaba la guerra continuaría y las divisiones se agravarían, me voy, habrá una paz honorable, me sacrifico". Clemenceau lo miró y le espetó: "Suena plausible pero viniendo de Guillermo II no lo creo, es demasiado pomposo, todo el mundo lo odiaba".
El 25 de mayo nació el primer gobierno patrio con una virulenta rivalidad aunque escondida entre Saavedra y Moreno. Sería desafortunado reducir comparaciones, pero la historia es inmutable aunque su interpretación sea múltiple. Kirchner debe gobernar y Menem debe acompañarlo, así sea críticamente. El viernes por la noche, acosado por los movileros en su casa patagónica, Kirchner produjo la primera -en mi opinión- barrida de los advenedizos que desde capillas ajenas al peronismo pretenden auparse al electo. La vocinglería de los movileros apremiaba: "¿Usted gobernará con un gabinete multipartidario?". Y Kirchner sepultó esas ilusiones: "¿Mutipartidario? Primera vez que oigo algo parecido, primera vez".
Integro el sector que rechazó la eliminación de las internas en el Congreso del PJ de Lanús del que participé y no me olvido de esa mala jugada duhaldista. No fue una actitud aislada. La delegación de Santa Fe, con el titular del partido Angel Baltuzzi se retiró en discordancia. El peronismo electoral se fracturó en 3, una locura para que Menem no ganara la interna donde todos sabían que triunfaría por la misma fenomenal diferencia con que, también lo supieron todos, perdería el ballottage. Entonces, la primera tarea es recomponer la unidad que viene maltrecha. Duhalde anuncia que va a Brasil acompañado de Lula tras la asunción de Kirchner y luego a España. Es una señal, acaso un gesto. Menem elabora el duelo, no movilizará resentimientos que lamentablemente sobra. Rodríguez Saa se resiste, pero el peronismo está buscando reconciliaciones no disgregaciones. Siendo Lula un paradigma para Kirchner, me permitiré anotar que pese a tantas algaradas, el presidente de Brasil está más cerca de López Murphy que del PT y en su país, del PP que apoyó militares y hoy sustenta las políticas conservadoras que anunció en España don Henrique Meirelles que maneja la plata en la hermana tierra del samba y diría la propaganda turística, de "las mulatas que no están en el mapa". Ojo con el toco y me voy. Cuando hay que gobernar, la realidad opera y la irrealidad entierra.
El país está notificado por parte de Enrique Iglesias que la deuda externa debe reprogramarse, que el default es una chiquilinada, que el ejemplo es Brasil con Lula quien aumentó el superavit fiscal llevándolo al 4,5% y paga. Lula paga. Franelea (ver diccionario del habla de los argentinos editado por la Academia Argentina de Letras) con Fidel pero paga a Bus. Por eso se viene el tema de las jubilaciones, fenómeno de complejidad mundial, Francia quiere privatizarlas, Alemania reducirlas aumentando la edad. Y para todo esto, el gobierno debe estar sustentando. El primero que debe trabajar para ello es naturalmente Nestor Kirchner.
En la Argentina está todo pendiente. Si Kirchner se siente aliviado con el discurso petardista reciente, nuevas convocatorias de conciliación aguardan su mensaje del próximo domingo. Una al peronismo que puso en las urnas 61 de cada 100 votos. En estos días se despertaron dos siesteros, el dólar pasó de 2.75 a 3 pesos y en Buenos Aires el taxi subió el 14%. Todo va a subir, comida, ropa, diversión, impuestos y salarios ¿sin inflación? \ Rosario es un caso aparte ¿creerán en la Intendencia que el nuevo sistema de transporte público se solventará con un pasaje a 25 centavos de dólar? Particularmente curioso, Rosario es el único sitio del mundo donde se persigue a los que venden barato y se atenta contra la competencia en múltiples rubros y por distintos métodos, sea cerrando supermercados o boliches nocturnos. En la Intendencia se tejen muchas fantasías, por ejemplo, que Kirchner lo apoyará a Binner para gobernador repitiendo en el 2003 la parábola de Cavallero 10 años atrás cuando, lúcidamente, dijo que sin el peronismo no iban a ninguna parte. Si Kirchner está bien informado y no compra paracaidistas su candidato debe ser Jorge Obeid para la gobernación de Santa Fe, por un motivo de moral política, es de su línea y no un descolgado y segundo porque en este diario saben y tienen prudencia en revelarlo, que Obeid está midiendo a la cabeza de la encuestas. Miren: rogaría que evitemos en la política el penoso espectáculo propio de las Mil y Una noches. El Sultán, infatigable sexualmente, se llevaba una belleza de su harem a la cama durante dos horas, una por noche. Las ponía en fila en el serrallo y recorría portando un pañuelo de seda hasta que elegía la agraciada del momento poniéndole el pañuelo sobre el hombro izquierdo. Ahora, que haya políticos que pretenden metafóricamente ver el pañuelo del sultán sobre su hombro es cuanto menos, deplorable. Tan deplorable como observar que individuos descastados roban alimentos y ropas destinados a los inundados, que nos mandaron carpas de pésima calidad, que las nuevas lluvias desnudan viejos errores, falencias y omisiones. Se ha cumplido el anticipo de esta página, Reutemann tienen ya lo que llamo el Ente de Reconstrucción y legalmente será Unidad Ejecutora con el presupuesto previsto, 1.500 millones de pesos. Pero si Reutemann se siente en la obligación -y su conciencia se lo grita- de recomponer los espantosos daños de esta tragedia, no se entiende porqué vacila en seguir al frente del gobierno reformando la Constitución. El caso es que los tiempos están ya, al borde del agotamiento y si como sostienen algunos Menem debió renunciar al ballottage el lunes 28 de abril, Reutemann debió convocar a la reforma apenas bajaron las aguas. Está bien citar a José Manuel Estrada por si alguien recoge su sentido: "La debilidad del defensor, no significa que la causa sea débil". La causa es fuerte, pero no hay fortaleza para defenderla.

Estatua de sal
De nada sirve haber aprendido que por mirar atrás la mujer de Lot quedó hecha una estatua de sal. Por si hiciera falta citaré a un coloso de la política argentina, Arturo Frondizi asumiendo la Presidencia en 1958 bajo proclama de sin odios ni rencores mirando hacia delante. Mirando hacia delante, si el peronismo se une el país se salva, no se puede tener a los fascistas a las puertas de Barcelona como en 1939 y despedazarse entre los bandos republicanos. El 12 de junio de 1974, poco antes de morir y previendo lo peor que sobrevendría, Juan Domingo Perón le dijo al país de entonces y es señero para el de hoy: "Yo vine al país para unir no para fomentar la desunión entre los argentinos. Yo vine al país para lanzar un proceso de liberación nacional y no para consolidar la dependencia. Yo vine al país para brindarle seguridad a nuestros conciudadanos y lanzar una revolución en paz y armonía y no para permitir que vivan temerosos quienes están empeñados en la gran tarea de edificar el destino común. Yo vine para ayudar a reconstruir al hombre argentino, destruido por largos años de sometimiento político, económico y social." \Kirchner, que acaba de rechazar las antojadizas versiones de desperdigarse sabe que el PJ es hoy el 61% de la voluntad nacional. Unalo y salvará la Nación.



(Ilustración: Freddy)
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