Año CXXXVI
 Nº 49.845
Rosario,
domingo  18 de
mayo de 2003
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Europa sobre rieles
Remodelaciones en las estaciones ferroviarias de Madrid, París, Roma, Londres y Berlín

Carina Canale

A medio camino entre un shopping y un centro cultural, las estaciones de trenes de Europa ya no son solamente el lugar de partidas y llegadas; cargan mucha historia sobre sus centenarias construcciones y todas son reconocidas como mundos con vida propia en medio de las grandes urbes.
Porque a diferencia de los aeropuertos, que están ubicados lejos del centro, las estaciones de trenes ocupan el corazón de las ciudades, y desde allí conectan al viajero con aeropuertos y redes de ómnibus y subterráneos.
Los responsables de los ferrocarriles ya no apelan en sus campañas de marketing a argumentos tradicionales como la puntualidad de los servicios, que el viajero da por seguro, y que es así, ni tampoco a lo que se ve a simple vista: que los trenes europeos son modernos, cómodos y rápidos.
Ahora salen a informar a los usuarios de la inauguración de un centro "fitness", de lo cómodo que es comprar en los supermercados de la estación y de las muestras de arte que exhiben las galerías, actividades sociales que sirven para conocer gente.

Terminal madrileña
Madrid Atocha, la estación ferroviaria de la capital española, fue construida en 1889 y remozada en 1992 por el arquitecto Rafael Moneo, con motivo de la puesta en marcha de los trenes Ave -alta velocidad española- que unen las ciudades de Madrid y Sevilla.
Usando un espacio original, al que se conocía como "jardín de invierno", Moneo instaló un jardín tropical de 4.000 metros cuadrados de superficie, poblado por 7 mil plantas de 400 especies, y creó una estación única en Europa.
Desde entonces los pasajeros esperan sus trenes en una original estructura de metal, vidrio y piedra encerada, junto a un estanque de lirios, más allá de que Atocha dispone de todos los servicios comerciales y de entretenimientos.

Las vías conducen a París
La estación Gare du Nord, en París, es un edificio de 1866 que el año pasado fue parcialmente remodelado, y al que se le agregó una nueva galería comercial con cuarenta locales.
Y así como Francia es el país de Europa que más turistas recibe por año, también la Gare du Nord refleja ese liderazgo, ya que por ella pasan a diario 560.000 pasajeros, incluidos los usuarios de los servicios suburbanos.
La terminal parisina es el punto de partida de muchas conexiones de alta velocidad hacia la Europa del Norte, como Eurostar, a Londres, y Thalys a Bruselas, Colonia y Amsterdam.
A su vez, Roma Termini, principal puerta de entrada de los turistas que llegan a la capital de Italia, fue completamente remodelada en el 2000 con motivo de la celebración del jubileo. Con un nuevo diseño, y mármoles y mosaicos restaurados, la nueva área de shopping de Roma Termini abarca 14.000 metros cuadrados. Pero lo más importante es que se ha convertido en un lugar popular para los romanos, quienes disfrutan de sus muchas cafeterías y de las librerías que están abiertas toda la semana.
Tiendas, dos supermercados y varios bancos, además de una oficina de correos y agencias de viajes, convierten a Roma Termini en un importante emporio comercial donde lo más nuevo, en el subsuelo, son dos centros: uno de "fitness" y otro médico.

Suban la barrera en Londres
También hay movimientos en St. Pancras Station, una de las terminales ferroviarias de Londres, que en octubre próximo inaugurará nuevas instalaciones. Cuando eso se concrete viajar de Londres a Waterloo con el Eurostar, demandará 2 horas 35 minutos, en lugar de las 2 horas 55 minutos actuales.
Pero será recién en el 2007 que St.Pancras se transformará en uno de los más grandes centros de intercambio de pasajeros en Europa, y en la principal puerta de salida para los servicios Eurostar a París, Bruselas, Lille y el resto del continente. Una obra que se está realizando sin afectar la normal operación de la terminal ni su conexión directa con el aeropuerto de Heatrhow.
Se sabe que las propuestas de restauración para la vieja estructura victoriana, que ya tiene 130 años, combinan lo mejor de la arquitectura moderna con lo mejor del patrimonio ferroviario, para crear un ambiente único, especial.
Además serán parcialmente restauradas las históricas St.Pancras Chambers, frente a la estación londinense, para recrear su original uso de hotel de lujo, mientras que la parte superior del edificio se destinará a residencias.
También está en marcha un ambicioso proyecto en la estación Lehrter Bahnhof, que se está construyendo en Berlín a orillas del río Spree, frente a la Oficina del Canciller y a la Bundestag, el Parlamento Alemán.
Se espera que desde el 2005 unas 240.000 personas circulen por la nueva Estación Central de Berlín, cuya condición de estación ferroviaria de conexión le permite captar tanto el tráfico urbano y céntrico como el de la red de alta velocidad, en la que confluyen diez rutas europeas de larga distancia como el eje París-Moscú.
El moderno proyecto pensado para Lehrter, que en total abarca 164.000 metros cuadrados, prevé grandes aberturas en el piso, por donde se llevará luz natural a las plataformas subterráneas. Muy lejos de los tiempos en que las estaciones de trenes eran inseguras y aburridas, quienes dirigen en Europa estas ferrovías están invirtiendo para convertirlas en más amigables para los viajeros, integrándolas al entorno urbano.



Las estaciones ofrecen propuestas recreativas.
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