Mauricio Tallone / La Capital
Como cada entrenamiento desde su vuelta a Central, Horacio Carbonari exhibe algunos rasgos delatores. El andar cansino como señal de su despreocupación, el disfrute por la liturgia del vestuario y el diálogo sin reloj cuando el tópico que lo convoca es Central. Pero la rutina de Petaco este fin de semana no será completa. A falta de competencia oficial en el Clausura, el capitán canalla decidió salir a la cancha para ponerse al servicio del equipo con el aval de su autocrítica. -¿Qué les pasa que en las últimas tres fechas (Colón, River y Arsenal) no pudieron ganar en el Gigante? -No estamos encontrando los espacios para desequilibrar. Por ejemplo contra Colón terminamos empatando por un descuido nuestro en el gol de Toresani. Acá el tema es hacer un gol de entrada porque la mayoría de los equipos que vienen al Gigante se te cierran mucho. -¿No es más fácil decir que están jugando mal? -Reconozco que si no ganamos los últimos tres partidos de local es porque evidentemente nuestro rendimiento ha mermado. Sin dudas de que no somos el mismo equipo de las primeras fechas. Ya no ahogamos al rival como lo hacíamos antes y estoy convencido de que hoy nos está faltando eso. Seguimos creando situaciones pero cuando jugamos de local los rivales están aprovechando nuestra desesperación a la hora de buscar el partido. -¿Qué indica tu experiencia, en qué fecha van a dejar de pensar en el promedio? -Y... está jodida la mano. Por más que le ganemos a Talleres y le saquemos cinco puntos, yo no me confío de nadie. En esta pelea cualquiera le gana a cualquiera y está todo muy parejo. Incluso Central puede ganar y perder con cualquiera. -¿Cuándo van a estar tranquilos? -Imagino que hasta las últimas fechas todo va a estar muy peleado. No creo que nos salvemos antes, recién en las últimas dos el panorama estará un poco más claro. -Cuando Central estaba en las primeras fechas entreverados con River y Boca, ¿realmente pensaste que podían mantenerse tan arriba en la tabla? -Si bien uno se ilusiona cuando arranca bien un torneo, sabía que al final se iban a cortar River, Boca y en este caso Vélez. La misma gente de Central te hace creer que estás para pelear arriba porque llevar diez mil personas a Liniers en la séptima fecha no es cosa de todos los días. -¿Qué indicaron las derrotas de Vélez y River? -Particularmente creo que por más que en esos encuentros no hayamos jugado bien, los dos son muy superiores a Central. Uno no es zonzo, se da cuenta de que en este momento no puede competir con ellos. Igualmente ese tipo de golpes son buenos, porque te indican cuál es tu verdadera realidad. -¿Hay margen para que en la realidad de Central se pelee por un lugar en una Copa internacional? -A la gente le gusta entrar a las Copas, pero también hoy estamos peleando el descenso por haber entrado en su momento a las Copas. -Por lo que decís, ¿no te seduce demasiado la idea de un lugar en la Sudamericana? -La verdad, el tema de las Copas no me gustan. Y esto lo digo sin desmerecer a Central. Para encarar con aspiraciones un torneo internacional tenés que tener plantel y a nosotros nos cuesta todo. Fijate que nos costó ganarle a Arsenal de local.
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