Perdieron todo. Escapan del agua. Son familias enteras que llegan a Rosario desde las zonas inundadas del norte de la provincia y vienen en busca de un lugar seguro donde vivir. En la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad aún no tienen cifras exactas de la cantidad de personas que ya se instalaron en la ciudad, pero admiten que "es un fenómeno que se está viendo todos los días desde hace unas semanas". Es que diariamente, el edificio que la repartición municipal tiene en Santa Fe al 600 recibe los pedidos de ayuda y es una escena que también se repite sobre todo en los centros de distrito de las zonas sur y oeste.
Las primeras personas comenzaron a llegar el mismo martes 29 de abril, día que el agua entró a la capital provincial y arrasó con todo lo que estaba a su paso. En los días siguientes, otros siguieron sus pasos. Todos llegaron con lo puesto y con necesidades de todo tipo. Muchos tenían sus precarias viviendas en barrios carenciados de la ciudad de Santa Fe, otros en localidades cercanas a la capital provincial, como Recreo.
"Piden asistencia alimentaria, ropa y materiales para construir un lugar donde vivir. Es más, muchos vienen a instalarse en casas de amigos o familiares, entonces piden materiales para poder agrandar las viviendas en las que están ahora, todos juntos", detallaron desde la Secretaría de Promoción Social.
Elena Barbieri es coordinadora de Promoción Social en el Centro Municipal Distrito Oeste (Perón al 5600) y fue la encargada de atender a algunas de estas personas. "Primero vino una familia que vivía en el barrio Santa Rosa de Lima (Santa Fe) y que ahora se había instalado en la casa de unos parientes porque el marido se había quedado en Santa Fe. Es gente carenciada, que perdió todo y que estaba con mucho miedo", contó la coordinadora.
Otras familias, en cambio, fueron atendidas en el edificio de Santa Fe al 600. La coordinadora del Programa de Atención e Intervención Directa, Susana Bonavía, aseguró que "piden de todo porque no tienen absolutamente nada: ropa, comida y materiales para la construcción", y señaló que "se están instalando sobre todo en las zonas oeste y sur de la ciudad, algunos en barrio Las Flores".
En algunos casos se trata de familias enteras, pero también hay personas solas y madres con hijos. "Llegan con la idea de estar acá hasta que en Santa Fe bajen las aguas; otros, en cambio, se quieren quedar. Y aunque estamos trabajando en base al derecho que tiene esta gente a no perder lo poco que tenía y a esperar la ayuda que les puede dar el gobierno provincial, muchos manifiestan tener miedo a volver a su ciudad porque no quieren vivir con agua", explicó Bonavía.
Esperan a más evacuados
Si bien en la Secretaría de Promoción Social tienen registrada la entrada de evacuados santafesinos, todavía nadie puede dar cuenta de la magnitud de este movimiento. Pero lo cierto es que ya están esperando la llegada de muchas familias más.
"Ahora no podemos precisar la cantidad de gente que llega, pero estimo y presiento que este fenómeno va a continuar. Y esta no es una apreciación arbitraria. Porque si uno ve las evaluaciones de lo que está sucediendo en Santa Fe, sabe que hay lugares de la provincia que demorarán meses en reconstruirlos y por lo tanto esta gente no podrá volver a su casa", explicó un alto funcionario de la Secretaría de Promoción Social.
Lo cierto es que si bien estos movimientos de familias no los sorprenden, los empleados del área los calificaron como "un fenómeno nuevo causado exclusivamente por el problema que generaron las inundaciones".
Es que históricamente las familias que llegaban a Rosario venían de localidades del norte de la provincia, como Reconquista, Villa Ocampo, Vera y San Javier, o bien de provincias vecinas como son el Chacho y Corrientes. Pero en las últimas semanas los santafesinos llegaron escapando del agua y pidieron ayuda tanto en reparticiones municipales como en las organizaciones comunitarias, como las que tienen a cargo el padre Joaquín Núñez y la hermana María Jordán (ver aparte).
Lo cierto es que la Municipalidad ya se prepara para hacer frente a estas nuevas demandas de alimentos, vivienda, ropa y servicios de salud.
"Somos conscientes de que actualmente la urgencia de la provincia está en Santa Fe y que todos los recursos que tenían que venir para Rosario van a quedar en stand by porque hay otras prioridades. Por eso, este fenómeno será una nueva carga para el municipio, que tendrá que hacerse cargo de la ayuda alimentaria y de la salud de estas personas", apuntó un funcionario de la secretaría.