Washington y Londres. - Alarmados por el enorme incremento de comunicaciones interceptadas que sugieren la inminencia de ataques vinculados a la red terrorista Al Qaeda, los países occidentales han puesto a sus ciudadanos en alerta en Medio Oriente, el este de Africa y el sureste asiático, una región todavía acosada por el recuerdo de los atentados de Bali el año pasado. EEUU, Australia y Gran Bretaña -quienes han acrecentado la cooperación de sus servicios de inteligencia desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington- emitieron por estos días una letanía de advertencias terroristas en los últimos días. Otras naciones -como Alemania y Dinamarca- han seguido el ejemplo. Mientras las autoridades sauditas y los agentes de la CIA y el FBI buscaban a los responsables de los atentados en Ryad, el Departamento de Estado dijo el jueves que temía que militantes islámicos lancen un ataque en la ciudad saudita de Jeddah. "Ha habido un claro incremento de conversaciones en las últimas semanas", indicó un funcionario estadounidense, refiriéndose a conversaciones telefónicas y correos electrónicos interceptados, e interrogatorios a sospechosos por parte de los servicios de inteligencia. "Estamos muy preocupados por la posibilidad de que haya más ataques", dijo un segundo funcionario estadounidense. "No sé si podría caracterizarlos como «inminentes» en el sentido de que puedan ocurrir en la próxima hora o día, pero hay muchas señales de que algo está siendo planeado y está por ocurrir muy pronto", dijo el funcionario horas antes de la ola de atentados en Marruecos. Las fuentes dijeron que las interceptaciones involucran a sospechosos de operar para Al Qaeda y a personas que lo hacen solas o como parte de algún grupo que comparte la agenda anti-occidental de Osama Bin Laden. A comienzos del mes, el Departamento de Estado norteamericano emitió una alerta terrorista regional que cubre el Medio Oriente, el norte de Africa, el golfo Pérsico y el este de Africa, para reforzar la advertencia global que había sido emitida el 21 de abril. Al mismo tiempo, emitió otras alertas específicas por país: para Arabia Saudita, Kenia y Malasia. También las embajadas estadounidenses en Tanzania, Uganda y Zambia emitieron alertas. La Cancillería británica dijo que había una "clara amenaza terrorista" en Yibuti, Eritrea, Etiopía, Somalia, Tanzania y Uganda, un día después de suspender todos los vuelos comerciales a Kenia. La compañía aérea British Airways se vio motivada a interrumpir sus vuelos a Kenia debido a una amenaza concreta de Al Qaeda. La inteligencia de Kenia detectó la presencia de un jefe de Al Qaeda, responsable de los atentados de 1998..Australia también amplió sus advertencias de viajes a países en el sureste asiático -Tailandia, Filipinas, Malasia, Timor Oriental, Singapur y Brunei- diciendo que los autores del sangriento ataque del año pasado en la isla turística de Bali estaban en condiciones de organizar nuevos atentados.
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