Kirchner empezó a despedirse de los santacruceños

Néstor Kirchner comenzó a despedirse ayer de los santacruceños con el anuncio del cronograma de pagos para jubilados y empleados de la administración pública provincial, y destacando la "previsibilidad y administración correcta" como dos de los pilares de su gestión en la provincia.
Sin embargo, el último encuentro con sus comprovincianos será el lunes, a las 20, cuando encabece su último acto como gobernador, en el Polideportivo Atlético Boxing Club de Río Gallegos, el cual servirá simplemente "para reunirse con su gente".
"Estoy muy orgullo de que sea presidente. Siempre se sentaba en las filas del medio, pero no era muy revoltoso" repetía una y otra vez antes los medios de prensa nacionales que invadieron Río Gallegos, Digna Inés Martínez, de 70 años, quien fuera la maestra de primer grado de Kirchner.
El presidente electo confirmó que el lunes firmará su renuncia a la Gobernación, luego de once años de gestión, y el jueves será el turno de la Asamblea Legislativa local la de aceptar esa decisión y designar como jefe del Ejecutivo provincial a Héctor Icazuriaga, vicepresidente primero de la Cámara de Diputados local y hombre de confianza de Kirchner.
"La disminución de la brecha entre ricos y pobres, es decir, el reparto de la torta de otra manera, es lo que hizo Kirchner en Santa Cruz y lo que quiere hacer en beneficio del país", explicó Icazuriaga.
El mismo recuerda que al asumir la Gobernación en 1991, Kirchner aplicó un recorte salarial del 10% a los salarios más bajos y del 15% a los más altos, aunque aclaró que se debió a un aumento previo "irresponsable" del 30%.
"Pero a los seis meses, sin compromiso alguno, devolvió el recorte; además, él sabe que eso no lo podría hacer a nivel nacional, tal como ocurrió durante el gobierno de Fernando de la Rúa", aseguró.
Con una sensación térmica entre 7 y 9 grados bajo cero, muchos santacruceños viven con intensidad las últimas horas, desde el retorno de Kirchner a su provincia natal, el cual se produjo antenoche.
Pese al afecto que le manifestó su gente, el santacruceño pidió "tranquilidad" a la gran cantidad de medios nacionales que arribaron a esta provincia, e incluso señaló que, "si puedo, me gustaría ir mañana" a El Calafate, para trabajar sin presiones de cara a su gestión de gobierno.
En El Calafate está una de las residencia de Kirchner, que le corresponde como gobernador, mientras que la otra está en Río Gallegos, a una cuadra de la sede del Ejecutivo local.