Después de las tormentas internas que produjo la puja electoral, el bloque de diputados justicialistas tiene listo el terreno para avanzar hacia su reunificación a partir de la próxima semana, una suerte de trofeo que el oficialismo pretende ofrecer al presidente electo, Néstor Kirchner, en el primer encuentro oficial. El diálogo entre legisladores parece avanzado para que, salvo algunas excepciones, el menemismo y el adolfismo queden incluidos en la estructura formal de la bancada. El primer paso de esta negociación se dio el jueves, cuando en una reunión en el despacho del presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, se acordó dejar sin alteraciones la estructura jerárquica en Diputados y el triunvirato que guía el bloque desde la partida de Humberto Roggero, integrado por el duhaldista bonaerense José Díaz Bancalari, el reutemista santafesino Jorge Obeid y el menemista pampeano Manuel Baladrón. Los diputados pretenden acordar con Kirchner en su primer encuentro, agendado para la próxima semana pero sin día definido, es mantener el actual equilibrio de poder a cambio de un compromiso de pleno apoyo a su gestión presidencial. Pero el presidente electo no parece sentirse muy cómodo con este esquema, ya que hoy desde Santa Cruz dijo en conferencia de prensa que con los legisladores "no va a haber un toma y daca". El primer encuentro orientado hacia la reunificación del peronismo se realizará el martes a las 19, cuando el subloque menemista Azul y Blanco, presidido por el cordobés Oscar González, se reúna con los máximos referentes del oficialismo para definir si regresa o no a la bancada del PJ y bajo qué condiciones lo hace. También el adolfismo ha dado señales a favor del reagrupamiento, como el regreso de María del Carmen Rico, quien participó de la cumbre de diputados realizada anteayer. Un tema no menor a resolver aún es qué hace el denominado Grupo Talcahuano, donde abrevan los principales referentes del kirchnerismo. Con posturas autónomas y cuestionadoras de la conducción, esta fracción debe debatir cómo se integra y qué reclama para sí en la estructura de poder. Este sector reconoce como figura principal a Sergio Acevedo, un hombre de confianza de Kirchner, y agrupa, entre otros diputados, a Ricardo Falú, Julio Gutiérrez, Gerardo Cont Grand, Blanca Osuna y Ricardo Gómez. Lo más probable es que se resuelva una ampliación de la mesa de conducción para incorporar a un representante de este grupo. Si la reunificación del bloque se logra en forma mayoritaria, la Cámara de Diputados abandonará el carácter incierto que hasta ahora tenía para los intereses y proyectos del gobierno. Ante una agenda parlamentaria con altos costos políticos como el que se prevé, el justicialismo deberá tener bien afianzado su frente interno para poder tener alianzas hacia afuera. Los compromisos de colaboración hacia la futura administración que partieron desde el ARI, el Frepaso y algunos radicales se podrían diluir si el PJ primero no logra una masa crítica de respaldo a su gobierno. La agenda de temas que requerirá con seguridad la administración entrante incluye tópicos espinosos como el aumento de las tarifas de los servicios públicos, la reestructuración del sistema financiero y la compensación a los bancos por la devaluación asimétrica. Dado el calibre de los proyectos (ninguno novedoso, ya que fueron motivo de discusión durante el actual gobierno), algunos legisladores sugerirán a Kirchner que aproveche que hasta diciembre cuenta con facultades extraordinarias delegadas por el Congreso. Pero quienes conocen de cerca al santacruceño aseguran que no buscará abusar del recurso del decreto de necesidad y urgencia porque sería un modo de afectar su promesa de encabezar un gobierno de carácter amplio y abarcativo, con la búsqueda permanente de consensos.
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