El volante ofensivo de River Andrés D'Alessandro, quien fue la figura en el histórico triunfo ante Corinthians con el que su equipo accedió a los cuartos de la Copa Libertadores, afirmó que la alegría por la victoria superó el dolor que sufrió por los golpes de los jugadores paulistas. "La alegría superó todos los golpes que me dieron. Ganamos muy bien, pero tenemos que tener la cabeza fría porque todavía no conseguimos nada", aseguró D'Alessandro, quien fue el punto más alto de su equipo. "Las patadas son circunstancias del juego. Pero acá lo importante es pedir la pelota y no esconderse. Fue bueno no entrar en la provocación, porque ya había bronca del partido que jugamos en Buenos Aires. Por eso debía dedicarme a jugar", apuntó. "Además, los más grandes del equipo (Ameli, Coudet) me amenazaban cada vez que andaba por el suelo, diciendo que me iban a fajar en el vestuario si me hacía echar o amonestar por reaccionar", comentó con una sonrisa. "Esto es importante en lo anímico y futbolístico. River jugó y ganó bien en una cancha y frente a un equipo muy difícil", puntualizó. (Télam)
| |