Cuando el árbitro colombiano Oscar Ruiz marcó el final del partido y la clasificación de River a los cuartos de final de la Copa Libertadores ya era una realidad tras el brillante triunfo sobre Corinthians por 2-1, en el imponente Morumbí de San Pablo, el técnico Manuel Pellegrini dio el primer paso rumbo al corazón de los hinchas millonarios.
"Logramos un gran triunfo porque jugamos el fútbol que venimos pregonando desde que llegué a River. La victoria fue justa y la diferencia en el marcador debió haber sido mayor", afirmó Pellegrini, quien planteó a la perfección un partido en principio complicado y trascendental para el futuro del club.
"La gran figura fue el equipo. El gol de Corinthians fue un error, pero seguimos con nuestro juego y llegamos merecidamente al empate. Después, en el segundo tiempo no nos llegaron nunca y nosotros además del gol tuvimos varias ocasiones más, pero fallamos en la definición. Manejamos la pelota y fuimos los protagonistas del partido", dijo el técnico.
Pero este partido para Pellegrini, quien aseguró que todavía no se ganó nada, adquirió otra dimensión porque fue el primero que consiguió como DT en tierras brasileñas y además porque fue ante Corinthians, que era considerado uno de los candidatos a quedarse con la Libertadores.
Tal vez para empezar a meterse en el corazón de los hinchas el ingeniero necesitaba un triunfo así. Es que River sumó su primera victoria en Brasil en los siete partidos (incluido el del miércoles) que jugó por la Libertadores.
Con el resultado puesto y luego de ver como jugó el equipo en San Pablo, los hechos le dieron la razón a este chileno que ya empieza a meterse en el corazón de la gente de River, sin dudas uno de los públicos más exigentes del fútbol argentino. (Télam)
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La Ciudad
