Año CXXXVI
 Nº 49.843
Rosario,
viernes  16 de
mayo de 2003
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Una lista extensa que empezó con Batista

Como nunca antes había sucedido, un total de nueve entrenadores abandonaron la conducción de sus equipos en lo que va de la temporada, dejando en claro una vez más que los resultados condicionan sobremanera los planes de trabajo a largo plazo.
En lo que va del presente año, Talleres reemplazó dos veces a su entrenador. Primero fue la salida de Sergio Batista, quien no consiguió levantar a un equipo con marcados altibajos y que hoy por hoy pelea por no ingresar a la promoción. Su renuncia fue en la 3ª fecha y en su reemplazo asumió el uruguayo Luis Cubilla, quien en las últimas horas arregló condiciones con Olimpia luego de cosechar dos triunfos, dos empates y cuatro derrotas.
Huracán no tuvo reparos en despedir al Inglés Babington y en su lugar llegó un hombre del riñón del club, Jorge Célico, que tampoco puede hacerle encontrar el rumbo a un equipo desmoralizado y sin futbolistas de nivel que tiene destino de B Nacional.
El caso de Unión tiene ciertas similitudes. El trabajo de Oscar Craviotto no arrojó mayores resultados positivos -los tatengues están hoy en zona de promoción- y tras presentar su renuncia en la 8ª fecha, su lugar fue ocupado por el ex Central y Talleres Juan José López.
La llegada de Carlos Salvador Bilardo a su viejo amor, Estudiantes de La Plata, se produjo como consecuencia de la mala performance de Oscar Malbernat al frente del equipo pincha. La salida del ex defensor del León -compañero de Bilardo en el Estudiantes campeón del mundo del 68- se produjo luego de la caída en el clásico platense ante Gimnasia por 3 a 0.
Chacarita anda a los tumbos en el torneo. Y por eso José Pastoriza decidió dar un paso al costado en la 10ª fecha y dejar su lugar a Carlos Babington, que en su debut perdió ante Chicago.
Lo de Américo Rubén Gallego en Independiente es inminente. El presidente rojo, Andrés Ducatenzeiler, le bajó el pulgar luego de esperar una respuesta sobre su continuidad o no y el ex DT de River dejará Avellaneda a fin del Clausura. Claro que para que ello ocurriera tuvo mucho que ver la opinión del "otro hombre fuerte" del club, el empresario Daniel Grinbank, quien fue uno de los más críticos de la gestión del técnico. Gallego había llegado hace trece meses, en el Clausura 2002, pero una muy mala campaña después de haber salido campeón del Apertura y su indefinición determinaron su salida en pocas fechas más.
Algo similar ocurrió en San Lorenzo con Ruben Darío Insua. Bajo su conducción, San Lorenzo se alzó con la edición 2002 de la Copa Sudamericana. La cara contrapuesta es la actuación en el Clausura. Antes del inicio del torneo era uno de los favoritos. Hoy esos vaticinios se fueron al diablo.
Se podrán discutir las condiciones de uno u otro y si están capacitados para conducir a un equipo. Pero lo concreto es que los números mandan y el fútbol está entregado con pies y manos a los resultados. Entrenadores discutidos y resistidos por los hinchas, y que lograron mantenerse a duras penas en sus cargos, revirtieron los insultos por aplausos con la obtención de algún título. Fue el caso concreto de Américo Gallego, resistido al principio, luego campeón en el Apertura con el rojo, y hoy en la lista de los vilipendiados. Evidentemente, ningún dirigente está dispuesto a apuntalar trabajos a largo plazo si los números no cierran.


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