Año CXXXVI
 Nº 49.843
Rosario,
viernes  16 de
mayo de 2003
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La cantante mostrará su disco "La razón y la tempestad" hoy en la sala Lavardén
Claudia Puyó: "Ya aprendí a vivir con las pérdidas"
Regresó tras un período oscuro. Dijo que el único sentido de su vida es la lucha constante

Carolina Taffoni / Escenario

"Mis canciones siempre fueron muy intimistas", dice Claudia Puyó, y nadie podría ponerlo en duda. Su último disco, "La razón y la tempestad", es un viaje intenso por las pérdidas y los dolores que la cantante sufrió en la última década. Paradójicamente también es una especie de feliz resurrección, su vuelta a las bateas después de ocho años de ausencia. Este es el álbum que "la Puyó" presentará hoy, a las 21.30, en la sala Lavardén, Sarmiento y Mendoza.
La cantante también repasará los temas de sus discos anteriores, "Del Oeste" (1985) y "Cuando te vi partir" (1994), y versionará canciones de Luis Alberto Spinetta ("Como el viento voy a ver", "Despiértate nena") y Fito Páez ("Ambar violeta"). La banda que la acompaña está integrada por Palmo Adario y Facundo López Burgos (guitarras), Ricardo Maril (teclados), Gustavo Donés (bajo), Paulo Dacal (batería) y Dardo Ruiz Díaz (armónica y voces).
"La razón y la tempestad" está dedicado y marcado por la muerte de dos grandes afectos: Lala España, una amiga de la infancia, y Juan Enrique Martínez, una pareja de la cantante. En diálogo con Escenario, aseguró que no sabe vivir sin cantar y confesó: "Necesito una imagen de fortaleza para no caerme a pedazos".
-¿Por qué pasó tanto tiempo entre "Cuando te vi partir" y "La razón y la tempestad"?
-Yo hice "Cuando te vi partir" en la época de la gira con Fito (Páez), que duró como dos años. Con el disco no pasó demasiado, como pasa casi siempre en este país. Después tuve que lidiar con algunos problemas personales. Además yo empecé a grabar "La razón..." en el 99, o sea que no pasó tanto tiempo. Lo grabé en el estudio de Fito cuando podía pagar y cuando tenía lugar. Es una producción independiente. Lo quise hacer todo yo sola y me llevó cuatro años.
-¿Qué diferencias hay entre tu nuevo CD y los anteriores?
-Este disco es más ecléctico. Tiene dos zambas, una del Cuchi Leguizamón y otra de mi armoniquista, Dardo Ruiz Díaz. También es más rockero que blusero. Son distintas facetas de mí. Las letras siguen siendo muy personales, pero este disco es todavía más cerrado en ese sentido.
-En las letras las palabras "muerte" y "amor" aparecen constantemente, ¿necesitabas desahogarte?
-No sé si necesitaba desahogarme. Mis canciones siempre fueron muy intimistas. Uno escribe lo que le pasa en el momento, y a mí se me han muerto muchos amores.
-En los últimos años pasaste por momentos muy duros, ¿cómo los superaste?
-No creo que se pueda superar la pérdida de la gente amada. Yo ya aprendí a vivir con las pérdidas. Soy una luchadora, creo que el único sentido de mi vida es la lucha constante.
-¿La música te sirvió como catarsis?
-La música te sirve como catarsis en el momento en que estás cantando. Pero cuando te bajás del escenario y llegás a tu casa todo sigue igual (risas). De repente te sentís un poco más aliviado porque cantaste y pudiste abrir tu corazón y recibir amor. Yo no sé vivir sin cantar, mi vida está muy ligada a la música, si no toco me pongo realmente de mal humor.
-En el 98 intentaron relacionarte con un caso policial, después del suicidio de tu novio, ¿eso te afectó profesionalmente?
-Me afectó internamente porque fue un caos, una injusticia tremenda lo que le pasó a Juan (Enrique Martínez) y lo que me pasó a mí. Fue un drama espantoso.
-Tenés la imagen de una mujer fuerte y temperamental, ¿sos realmente así?
-Uno es un montón de cosas. Yo soy fuerte y temperamental, pero la imagen de la fortaleza la necesito para no caerme a pedazos.
-¿Te ves como una figura histórica del rock nacional?
-No, si no me sentiría como un fósil (risas). Tal vez algún día sea histórica o tal vez nunca. Como decía Brecht: "Hay que borrar las huellas, no dejarlas". A mí eso de ser medio prócer me da un poco de impresión. Uno tiene que ser un poco más humilde.
-¿Alguna ves sentiste que ya estabas grande para hacer rock?
-Demasiado joven para morir y demasiado viejo para cantar rock and roll (risas). Nunca me sentí vieja para el rock. No me veo reflejada en eso. Habría que fijarse en los Rolling Stones. También veo a los grupos de los pibes nuevos que no pueden tocar ni el timbre (risas).
-¿Ningún grupo nuevo que te llama la atención?
-La verdad que no. Con esto no quiero decir que no haya nada bueno. Yo no salgo mucho a escuchar bandas. Hay músicos sueltos que tocan bien, pero no son conocidos.
-¿Notás influencias tuyas en otros músicos?
-No, por el momento no. Pero creo que la música siempre se deja en algún lado. La reina de la fiesta no es la gente que hace música, sino la música.
-Viviste durante años en España, ¿te volverías a ir del país?
-Siempre lo pienso. Me gustaría tener recursos para ir y volver. En su momento me quedé porque hice la gira con Fito que fue muy larga, y después grabé el disco. También me quedé por mi mamá, mi papá y mis sobrinos. Lamentablemente este es el lugar donde está toda la gente que amo.



"Nunca me sentí vieja para el rock", aseguró Puyó. (Foto: Angel Amaya)
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