El director de Esso, Tomás Hess, advirtió que el proyecto oficial de fomento al Gas Natural Comprimido (GNC) podría poner en riesgo la viabilidad de las refinadoras presentes en el país, y propuso que se limite al transporte público para evitar un tratamiento impositivo diferencial entre particulares. Además, el ejecutivo reiteró que los combustibles no bajarán de precio en los próximos 3 ó 4 meses, pese a la baja sostenida del crudo en el mercado internacional, porque aún debe compensarse la diferencia que las empresas productoras acumularon por haber vendido a las refinadoras el crudo a un precio inferior durante la reciente crisis energética previa a la guerra en Irak. "El GNC es un producto noble, no nos podemos oponer a su difusión pero consideramos que el plan oficial no es adecuado para ser aplicado a vehículos particulares, que podrían recibir de ese modo un tratamiento diferencial a nivel impositivo", dijo Hess a un grupo de periodistas en un aparte del precoloquio de Idea que se realizó en Rosario. "Sí podría servir el GNC para el transporte público pero en el mercado de vehículos particulares compite con las naftas, y podría tornar preocupante la viabilidad de las refinerías", agregó. A su juicio, el proyecto impulsado por el Ejecutivo y avalado por un grupo de diputados y senadores en el Congreso "podría generar un desplazamiento artificial absolutamente indeseable, como ocurrió en su momento con el gasoil". Respecto del precio de las naftas, Hess estimó que "por unos 3 ó 4 meses no va a bajar", hasta tanto se compense la diferencia acumulada por las productoras que vendieron el barril de crudo a 28,50 dólares a las refinadoras. "Cuando el crudo había subido se encontró un mecanismo para sostenerlo, y ahora sigue aplicándose", explicó el ejecutivo. Luego de que esa compensación se termine de saldar, agregó Hess, "habrá que ver cómo se manejan las variables macroeconómicas" para evaluar si habrá o no una baja en los precios.
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