Washington/Bagdad. - El gobierno estadounidense retirará el próximo mes a gran parte de sus inspectores de armas de Irak, frustrado por su escaso éxito en hallar las armas de destrucción masiva que según Washington tenía el régimen de Saddam Hussein. Estados Unidos también reemplazará a los actuales administradores de Irak por nuevos funcionarios, ante el fracaso de aquellos en reconstruir la red de servicios del país. Al mismo tiempo, generales de EEUU dieron por "disuelto" al partido Baas del pasado régimen y anunciaron el desmantelamiento de la Guardia Republicana, la fuerza militar de élite de la era Saddam. Desaparecen así los últimos vestigios de un régimen que marcó la vida de irak durante 35 años. Las armas de destrucción masiva no aparecieron y por esto Washington decidió retirar de Irak al grupo de técnicos responsables del "fracaso". Se trata del llamado Grupo 75, que hasta ahora había coordinado la búsqueda, según el Washington Post. Oficiales citados por el diario dicen no creer que los inspectores puedan hallar todavía algo decisivo en ese sentido. El informe contradice declaraciones del Pentágono, que hace pocos días declaró que Estados Unidos había triplicado, elevándolo a 2.500, el número de inspectores del Grupo 75, incluyendo a agentes de la CIA y de la policía federal FBI, junto a especialistas del ejército. Miembros del Grupo 75 ventilaron abiertamente su frustración ante el Post, señalando que llegaron a Irak con la esperanza de hallar en breve tiempo toneladas de armas químicas y biológicas, como asimismo indicios de un programa atómico. El coronel Richard McPhee declaró que los servicios secretos le habían advertido que Saddam Hussein había ordenado el empleo de armas químicas. "No en vano dimos a toda esta gente (por las tropas de EEUU) trajes protectores. Pero para un ataque semejante los iraquíes deberían haber tenido algo que utilizar, y eso no lo hemos hallado", declaró. El coronel Robert Smith, por su parte, declaró que los oficiales dejaron ya de creer "que hallaríamos armas químicas junto a un fusil. Para eso vinimos, pero eso ya pasó". Uno de los argumentos principales, sino el principal, de Estados Unidos para la guerra fue que Irak poseía armas de destrucción masiva y, por tanto, representaba un peligro para el mundo. El pasado 1º de mayo, a bordo del portaaviones Abraham Lincoln, el presidente Bush declaró que los norteamericanos habían iniciado la búsqueda de armas de exterminio masivo y que conocían cientos de lugares que había que investigar. * Entretanto, se supo que Estados Unidos cambiará próximamente a los jefes de su administración en Irak, con quienes el gobierno de Washington estaría descontento. El hasta ahora jefe de la administración civil, el general retirado Jay Garner, deberá abandonar Irak en breve, mientras Barbara Bodine, jefe de la administración civil de la región de Bagdad, será trasladada a nuevas funciones en Washington tras menos de tres semanas en sus funciones. El Washington Post dijo que se pondrá en marcha una amplia reestructuración de la administración estadounidense en Irak, criticada por no haber podido establecer rápidamente un gobierno interino ni restablecido los servicios públicos. * El presidente Bush nombró el martes pasado al experto en terrorismo Paul Bremer como nuevo jefe de la administración civil para Irak. Al parecer trabajará por unas semanas junto con Garner en la difícil reconstrucción del Irak pos-Saddam Hussein. El nombramiento de Bremer y el retiro de Garner es interpretado como un triunfo del Departamento de Estado y una derrota del Pentágono, "auspiciantes", respectivamente, de cada uno de ellos. * La otrora poderosa Guardia Republicana de Saddam Hussein no tendrá un papel en el Irak de posguerra y será desmantelada, dijo el jefe del Estado Mayor estadounidense, general Richard Myers. La Guardia Republicana y otras unidades especiales con lazos cercanos a Saddam Hussein y el partido Baas no tienen papel en el Irak de post guerra, dijo Myers, a bordo de un avión de carga C-17 de la fuerza aérea que lo llevó a Qatar. "Estas entidades desaparecerán", afirmó. El ejército iraquí será más pequeño que antes, pero lo suficientemente grande como para defender al país de ataques externos, agregó. Algún tipo de fuerza aérea también podrá ser reconstituida, ya que Irak lo necesita para patrullar sus aguas, dijo Myers. Junto a Myers también viajó el nuevo administrador de Irak, Paul Bremer. * Otro general, Tommy Franks, que comandó el ataque norteamericano a Irak, afirmó que el partido Baas del régimen de Saddam "está disuelto". Un mensaje de Franks fue leído ayer por la radio que controla la administración norteamericana de Irak. El militar informó a los iraquíes que "el Partido Iraquí Socialista Baas fue disuelto", en un mensaje leído por un locutor árabe. Terminan así formalmente 35 años de dominio totalitario de la sociedad iraquí. "Bienes y documentos del Baas deben ser entregados a la coalición" advirtió Franks. El militar subrayó que la libertad de expresión, incluida la actividad política, están aseguradas bajo la ocupación de la coalición. "Todos los partidos y grupos políticos pueden tomar parte en la vida política de Irak, excepto aquellos que invocan las prácticas violentas", afirmó Franks.
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