El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, aseguró que si llega al poder encabezará un gobierno de consenso en el que no tendrá lugar su competidor, Carlos Menem. También consideró que en el peronismo "tiene que darse un debate fuerte" luego de que se presentaron "proyectos diferentes" en las elecciones.
"Voy a estar a la altura de la historia y de las circunstancias, y esto no significa descalificar a (el presidente, Eduardo) Duhalde ni a nadie", aseguró Kirchner, en respuesta a "quienes no me conocen" y creen que el verdadero poder de un gobierno a su cargo residirá en el actual jefe del Estado.
Consultado sobre si Menem tendría lugar en su eventual gobierno, que siempre suele caracterizar como de consenso, Kirchner fue tajante: "Es el pasado, y sería realmente contradecirme con todas las cosas que pienso, con las convicciones que tengo, convocar a un hombre de esas características".
Por otra parte, Kirchner confesó que unos años atrás "no veía como algo muy factible" tener la posibilidad de ser elegido presidente de la Nación en el 2003.
"Se imaginan que en el 2000, De la Rúa tenía 70 por ciento de consenso; Chacho Alvarez otro tanto; De la Sota, Reutemann y Ruckauf; Menem y Duhalde; Rodríguez Saá, Puerta... Yo venía lejos", recordó.
También negó que en caso de ser presidente vaya a buscar la reelección "porque en ese aspecto no voy a caer en esas posturas de un lado y del otro, a favor y en contra. Lo que espero en los últimos días del gobierno, si me toca el 18 de mayo, es poder mirar a los ojos a todos los argentinos, de frente, y haber tenido muchos más aciertos que errores".
Al respecto, pronosticó que realizará "un gobierno paulatino, diario, gradual, donde cada día se va a ir avanzando", al tiempo que recordó que como gobernador de Santa Cruz no fue "partidario de aparecer con planes explosivos, sino con acciones permanentes".
Luego, refirió a una imagen futbolera, cuando dijo que en el año 2000, cuando comenzó su camino hacia la candidatura presidencial, se veía "en la Primera D, muy lejos".
Kirchner se consideró prescindente de la lucha que algunos dirigentes emprenderán para reacomodarse dentro del Partido Justicialista, al admitir que prioritariamente buscará "ser un buen presidente".
"Eso no me exime de opinar qué peronismo pretendo, qué construcción de un frente nacional y progresista en la Argentina es la que debe existir. En eso me voy a definir con total claridad", sentenció el candidato justicialista.
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La Ciudad
