El presidente Eduardo Duhalde dijo estar "convencido" de que el ex presidente Carlos Menem "no se va a presentar" para competir en el ballottage del próximo domingo 18 y dijo que su predicción la va a confirmar "el sábado que viene", justo un día antes de la elección. La sorprendente afirmación del jefe del Estado se basa en datos que, con celo, manejan en el comando de campaña menemista. Al hacer pública semejante sentencia, Duhalde trata de evitar que el riojano decline competir, lo que dejaría a Néstor Kirchner como presidente electo con, apenas, el 20% de los votos. Antes de participar de la tradicional Fiesta de la Vendimia, en Mendoza, el jefe de Estado apostó a que "el sábado que viene" se va a confirmar que Menem "no se va a presentar" al ballottage por "miedo" a perder. "Yo dije simplemente que estoy convencido. No le quiero jugar una apuesta, pero el sábado que viene va a ver que lo que yo decía no era...", indicó Duhalde, dejando una incógnita para su próximo programa, que se emite por Radio Nacional. Sin embargo, al final de la misma frase aclaró: "Digo el sábado, porque realmente creo que no se va a presentar". Asimismo, el jefe del Estado salió al cruce de las críticas de Menem, quien identificó a Kirchner como un "mandadero" del gobierno y vaticinó que en caso de ganar, el santacruceño no culminará su mandato, como le sucedió al ex presidente Fernando de la Rúa. "Lo que menos le hace falta a la Argentina es tener un presidente nuevo y empezar a desgastar su poder", advirtió Duhalde, quien dijo que Kirchner "viene con ideas claras" y "será él quien gobierne. Yo seré un ciudadano más tratando de salir de escena para que no traten de criticarlo y desmerecer su gestión". Duhalde volvió a elogiar a Kirchner al sostener que "es un hombre de gran experiencia, que sabe armar su gabinete, lo ha hecho ya en tres oportunidades como gobernador de su provincia y viene con un programa propio y con ideas claras". "De mí, por supuesto, tendrá todo el apoyo que necesite y requiera, pero será él el que gobierne y yo seré un ciudadano más, tratando de salir absolutamente de la escena para que no traten de perjudicar o desmerecer su gobierno", reiteró. Duhalde aseveró que tras entregar el poder el 25 de mayo, saldrá de la escena política "porque lo último que necesita la Argentina es tener un presidente nuevo, que nació con mucha fuerza y empezar a desgastar su poder. Yo sé lo que tengo que hacer, que es simplemente apoyar". Por otra parte, el primer mandatario señaló que la ceremonia del traspaso del mando prevista para el domingo 25 de mayo "va a ser en un marco internacional muy importante" ya que, anticipó, contará con la presencia de la mayoría de los jefes de Estado de los países de la región. Duhalde confirmó que entre los invitados a presenciar la ceremonia figuran los presidentes de Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, países centroamericanos y el príncipe de Asturias, en nombre de los reyes de España. "Estoy contento, no puedo negar mi alegría, porque han pasado muchas cosas en el 2002 y hubo muchas críticas, a veces justificadas por la crisis, pero otras fruto de la incomprensión, por eso es bueno ver ahora que se le reconoce, no al gobierno, no a Duhalde, sino al pueblo argentino su esfuerzo para superar su peor crisis", destacó. Duhalde explicó que la reciente opinión del FMI favorable a la Argentina se basa "en los resultados positivos", y recordó que "desde el 98 estábamos en recesión..., fueron cuatro años". Luego sostuvo que eso "ya es historia superada; ahora estamos en una etapa de crecimiento" porque "hemos sentado bases muy sólidas, sin cantar victoria, para edificar un país distinto". Respecto de los analistas que dicen que el próximo gobierno recibirá una pesada herencia, Duhalde lo atribuyó a que "estamos en plena campaña electoral y muchos de los que opinan están incluidos en ella". "Lo importante es que la gente sabe que no es así, que estuvimos al borde de perder la democracia, lo que significaba una guerra civil, pero hay gente que sigue opinando como si nada hubiese pasado, cuando en realidad la gran mayoría de ellos erraron en los pronósticos y no tuvieron piedad e hicieron leña del árbol caído, que era su patria", analizó. En tanto, afirmó que "no hay ningún problema" por la baja del dólar "porque estamos convencidos de la competitividad de la Argentina y de que se mantendrá en valores cercanos a los tres pesos". Mientras, dirigentes justicialistas y sindicalistas brindaron ayer su adhesión a Kirchner con vistas al ballottage: Julio Ledesma y el camionero Hugo Moyano expresaron su decisión de respaldar en la segunda vuelta electoral al gobernador santacruceño.
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