El delegado de seguridad de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), el polaco Jacek Bartos, suspendió ayer dos tramos del XXIII Rally de la Argentina, debido a que el desborde del público no generó las medidas de seguridad necesarias para que se desarrollen las pruebas. En tanto, también se decidió no correr el especial número 21, el último que estaba programado para la jornada de ayer, porque se retrasó la jornada y era imposible correr de noche.
En ese sentido, se canceló el trayecto número 14 entre Capilla del Monte y San Marcos Sierra -de 23 kilómetros de extensión- donde habían unas 60 mil personas en el lugar, y también el tramo 15 entre San Marcos Sierra y Charbonier (9,61 kilómetros) que se había largado con media hora de retraso.
No todos estuvieron de acuerdo con la medida adoptada por Bartos. Incluso las suspensiones generaron gran confusión entre los pilotos, los responsables de los equipos y también en los espectadores, debido a que en la jornada del viernes pasado se desarrollaron 13 tramos especiales a pesar de que la cantidad de público fue similar a la de esta jornada.
En tanto, los comisarios policiales responsables de la seguridad señalaron que el público estaba bien ubicado, aunque admitieron que la situación se descontroló luego del paso de los primeros autos, cuando invadieron lugares prohibidos y motivaron al delegado de la Federación Internacional de Automovilismo a suspender los dos tramos.
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La Ciudad
