La detención de una maestra de la comunidad toba y su esposo tuvo dos interpretaciones desde el lugar que cada actor involucrado en el suceso lo analizó. Para la policía se trató de la resistencia de la docente para que uniformados realicen un procedimiento por el hurto de unas herramientas de albañilería. Sin embargo, para un grupo de personas que trabajan en un proyecto solidario en el asentamiento precario de la zona norte esto es "una muestra más de la escalada de violencia que vienen soportando" los habitantes de esa barriada. Ofelia Morales tiene 44 años y es docente en la escuela bilingüe que funciona a unas dos cuadras de la comunidad toba de avenida Travesía y Almafuerte. Además de su destacada trayectoria en la enseñanza, junto a su esposo, Alberto Yordan, un herrero de 42 años, es una de las referentes del salón comunitario. Ayer a la mañana, una denuncia presentada por el presidente del club La Gloria, Hugo Bruschini, sería el prólogo del episodio policial. En el polideportivo de esa entidad, situado en Juan José Paso al 2000, se construye un destacamento policial. La iniciativa le correspondió a la vecinal de Empalme Graneros y para llevarla adelante la entidad deportiva cedió el terreno. En la presentación realizada en la seccional 9ª, Bruschini sostuvo que en la madrugada de ayer desconocidos "habían tumbado parte de una pared" recién construida para robar "herramientas de albañilería". Según se informó en la comisaría, una comisión integrada por tres policías, a partir del testimonio de algunos vecinos, se presentaron en un galpón para buscar los elementos sustraídos. En ese momento, según la seccional 9ª, apareció Morales para pedir que los policías exhibieran la orden de allanamiento. "Nosotros le explicamos que no era necesario, pero la mujer no lo entendió", explicó el vocero consultado. "La mujer dijo que no permitiría que se retire el personal hasta tanto se presente un juez y si eso no ocurría nos amenazó con convocar a toda la comunidad", explicó la fuente. Entonces se habría producido un forcejeo entre los tres policías y la docente. A la vez se presentaron otras personas de la colectividad toba, mientras se desplegaba un operativo policial con agentes del Comando Radioeléctrico y de otras seccionales. Morales y su esposo fueron detenidos y conducidos a la comisaría 9ª. La policía acusó a la maestra de haber roto el celular y de golpear en un brazo a un policía, mientras que Yordan resultó imputado de "encubrimiento de hurto, daños y lesiones". Sin embargo, Daniel Eldefman, que trabaja desde hace un tiempo en la comunidad, vinculó el hecho con un "injustificado incremento del patrullaje policial" desde que en febrero pasado se comenzó a considerar a la barriada como "zona roja" por el aumento de los atracos (ver aparte). Morales y su esposo fueron liberados pasadas las 19 de ayer, por disposición del juez correccional Juan José Alarcón, que intervino en el caso.
| |