Las asambleas van por más voto bronca

Carlos Vallejos / La Capital

A pesar de que el 27 de abril el voto útil le ganó al voto bronca, las asambleas barriales no bajan la bandera del "que se vayan todos" e insisten en llamar a la ciudadanía a que deposite un sobre vacío o anule el sufragio en el ballottage del 18 de mayo.
Si se compara el escaso 2,70% (según el escrutinio final) que sumaron los votos en blanco, nulos en impugnados o recurridos en los recientes comicios con los registrados en las legislativas del 2001 (más del 21%), se hace evidente que aquel contundente mensaje de protesta no se repitió en las primeras elecciones después de los cacerolazos que espantaron a la clase política. A casi un año y medio de aquellos sucesos, el cambiante humor ciudadano pareció olvidar el "que se vayan todos" y convalidar el "que se queden todos".
Atento a estos números, no pocos pregonaron que los recientes comicios se llevaron puesto a los sectores que propugnaban el voto bronca. Las asambleas fueron -y son- unos de ellos. Lejos de esconderse, dialogaron con La Capital y mostraron otros números.
"Si bien no se repitió el estallido del 2001, no es cierto que sólo el 2 ó 3% usó su voto para protestar", consideró Pablo Schulman (asamblea plaza Martín), a quien acompañaron Yolanda Gatario y Laura Morales (Arroyito). Luego de advertir que hubo una campaña mediática contra el voto bronca y una "marea de voto miedo (a que gane Carlos Menem) que sumó al voto positivo", lamenta que no se haya leído de la misma manera el voto furia en 2001 y en 2003.
La queja es que en aquella aportunidad se "dio por buena la abstención y hoy no se la registra". Por eso reconfiguraron las cifras considerando que la abstención electoral, del 21,66% (escrutado el 98,18% de las mesas), es parte del voto bronca. Luego de sumar ese porcentaje a los nulos y blancos (2,11%), los asambleístas sostienen que el voto protesta fue del 23,76%. Mayor que las voluntades que respaldaron a Menem y Néstor Kirchner (18,43% y 16,80%, respectivamente, considerando el total del padrón).
Ante el argumento de que "la abstención siempre existió", responden: "Sí, pero cambia de signo, y eso es lo relevante. En el 83, en medio de la marea democrática, expresaba a componentes fascistoides; en cambio la abstención actual se vincula a la crisis de los partidos y su representatividad".