Sigue la cosecha de apoyos. El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, recibió ayer el respaldo del mandatario chileno, Ricardo Lagos, quien dio por segura la victoria del gobernador de Santa Cruz en el ballottage. Es más: el jefe de Estado trasandino se comprometió a concurrir al acto de asunción previsto para el 25 de mayo. "Me impresionó la clara concepción latinoamericanista, la decisión de integrar definitivamente a la Argentina y Chile y la idea de generar obras de infraestructura como base de desarrollo", afirmó Kirchner (quien volvió a probarse el traje de estadista) tras el encuentro de 40 minutos que compartió con Lagos. Uno de los integrantes de la delegación argentina que participó de la reunión reveló que el presidente chileno le dijo a Kirchner que "había seguido su campaña y que estaba muy contento con su política". Y aclaró que "no se habló" sobre el competidor del patagónico, Carlos Menem. También trascendió que Lagos irá a Cuzco (Perú) para la cumbre del Grupo Río, que se realizará entre el 22 y 24 de mayo, y que espera estar en la asunción de Kirchner un día después. Además, según aseveraron los testigos del encuentro, el mandatario trasandino le aconsejó al candidato oficialista: "Ahora debe surgir una nueva política con la premisa de no mentirle a la gente". Lagos, quien quedó "muy impresionado con la gestión de (el presidente argentino, Eduardo) Duhalde", calificó al jefe del Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna, como "la nueva figura de la economía latinoamericana". Ni bien la comitiva argentina ingresó a la sede gubernamental chilena, a las 9.30 (hora local), Lagos recordó a Kirchner cuando era intendente de Río Gallegos, "en la época en que el peronismo fue muy bueno con los socialistas". Rememoró, de este modo, lo ocurrido a fines de la década del 80, cuando el PJ patagónico envió en colectivos propios "a muchos chilenos que luego votaron" en el plebiscito que permitió terminar con la dictadura de Augusto Pinochet y retornar a la democracia de la mano de Patricio Aylwin. Tras evaluar que "el Mercosur no sólo tiene que ser un acuerdo económico", Kirchner destacó que "debe construirse un espacio político que represente la voz de latinoamérica". El delfín duhaldista confesó un sentimiento particular por haber visitado el Palacio de la Moneda, donde en 1973 se interrumpió el mandato del socialista Salvador Allende a manos del sangriento golpe de Estado perpetrado por Pinochet. Al igual que en Brasil, Kirchner estuvo acompañado por Lavagna; su jefe de campaña, Alberto Fernández, y su vocero, Miguel Núñez. Lagos compartió el encuentro junto al ministro de Hacienda chileno, Nicolás Izaguirre. Pero también se recordó la disputa entre ambos países por la región de los Hielos Continentales, que finalmente fue resuelta en 1999, durante los gobiernos de Menem y Eduardo Frei. Ocurre que Kirchner, en su carácter de gobernador de Santa Cruz, y su esposa, Cristina Fernández, por entonces miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, ejercieron una férrea defensa de los Hielos Continentales, ubicados en su provincia. "Es un tema absolutamente cerrado. Tanto Lagos como yo somos hombres de la democracia plena", explicó el patagónico. Sin embargo, ante la insistencia de la prensa, Kirchner enfatizó que "el tema tuvo la discusión que merecía por su magnitud, pero fue resuelto en el marco de las instituciones". Paradójicamente, y al margen de su rol en la cuestión de los Hielos, el candidato es conocido del otro lado de los Andes porque su madre, María Juana Ostoic Dragnic, es chilena. En efecto, ni bien aterrizó anteanoche en el aeropuerto de Santiago, Kirchner se dirigió al barrio Los Condes para visitar a sus tíos Juan (77 años) y Ana (81), a quienes no veía desde hace más de dos décadas. Consultado acerca de su proyecto económico, el patagónico sostuvo que su intención es "consolidar la reconversión productiva y llevar adelante un fuerte plan de inversión pública con características neokeynesianas". De inmediato, en un mensaje dirigido a los empresarios chilenos, sentenció: "Los estaremos esperando con las puertas abiertas para trabajar en la Argentina". Por último, el postulante respondió a las últimas críticas de Menem, quien lo acusó de padecer un "triunfalismo absurdo" antes de la segunda vuelta programada para el 18 de mayo. "Está muy nervioso el hombre, déjenlo tranquilo", ironizó. Kirchner cerró en Santiago una minigira internacional que comenzó el miércoles en Brasil con la intención de mostrarlo como el hombre más idóneo para conducir los destinos de la Argentina. La preciada foto con Luiz Inacio Lula da Silva y el respaldo de Lagos son el mejor souvenir que el santacruceño pudo conseguir.
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