| | cartas Se debe aclarar la agresión a Abalo
| He leído con atención todo lo publicado en relación con el caso de Susana Abalo, la alumna de la Facultad de Derecho que salió de su clase y se introdujo en un vehículo que la secuestró y posteriormente apareció con lesiones y quemaduras de cigarrillo. A raíz de este tema me he planteado los siguientes interrogantes que no alcanzo a comprender: según sus declaraciones vio desde el aula a un hombre que le hizo señas amenazadoras. ¿Ella sola lo vio? ¿Es creíble que un hombre concurra a un edificio lleno de gente a las 5 de la tarde y la amenace delante de todo un curso universitario? Con los antecedentes que tenía Susana de atentados, ¿por qué salió del aula sin avisar a nadie? ¿Por qué se cubrió la cara con un pañuelo? ¿Por qué no saludó a los estudiantes conocidos que encontró a su paso? ¿Por qué no los notificó de lo ocurrido? ¿Por qué se dirigió en sentido contrario al que estaba su custodia? ¿Por qué caminó media cuadra y justamente hacia donde la estaba esperando un auto para secuestrarla? ¿Acaso los secuestradores presentían que ella iba a salir raudamente del aula para introducirse en su vehículo? ¿Por qué no recuerda nada de lo sucedido? En el caso de que hubiera sido dopada, ¿se conoce un fármaco que haga perder la memoria de lo vivido antes de tomarlo? Han sido muchas las dudas sembradas sobre la actuación de las autoridades policiales y aun políticas. Es verdad que la policía muy pocas veces resuelve rápida y satisfactoriamente los casos. Pero en este hecho hay tantos elementos, tanta gente que puede testimoniar, que si no se aclara debidamente será demostración de gran impericia. Martín Mendicute
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