Año CXXXVI
 Nº 49.837
Rosario,
sábado  10 de
mayo de 2003
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La soprano confirmó en Rosario su brillante momento artístico
Virginia Tola, una exacta combinación del vigor con la sutileza
La cantante abrió la nueva temporada de El Círculo

Marcelo Menichetti / La Capital

Virginia Tola cantó por tercera vez en Rosario y confirmó su gran ascendiente sobre el público local. La soprano de Santo Tomé actuó el jueves último en la primera función de abono de la temporada 2003 de la Asociación Cultural El Círculo, acompañada por la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, cantantes solistas, y el Coro Pía Malagoli, en un brillante concierto que dirigió Juan Rodríguez.
La gala lírica se inició con la "Marcha de la coronación", de "Le Prophete", de Giacomo Meyerbeer, interpretada por la orquesta rosarina y continuó con el aria "Che faro sensa Eurídice", de la ópera "Orfeo ed Eurídice", de Christoph Willibald, que marcó el ingreso de Virginia Tola al escenario. La soprano fue recibida con cálidos aplausos y cantó dominando la sutileza en los matices con su gran fuerza interpretativa.
Con un importante marco de público que colmó la capacidad del teatro, el concierto prosiguió con el aria de Donna Elvira, "A chi mi dice mai", de "Don Giovanni", de Wolfgang A. Mozart, que Tola interpretó junto al tenor Edgardo Rinaldi y el barítono Alberto Habelrih, y con el coro que dirige Rubén Coria. Luego el coro abordó la introducción al acto segundo, "Qui la selva" de "La Sonnambula", de Vincenzo Bellini.
Uno de los puntos más altos del concierto llegaría sobre el final de la primera parte, cuando la cantante, convertida en la figura excluyente del espectáculo, cantó junto al tenor Eduardo Mecozzi, el aria "Sempre libera", de "La Traviata", de Giuseppe Verdi. Tras la soberbia interpretación de Tola, el teatro regaló una catarata de aplausos y bravos que premiaron la impecable labor de la cantante.
La grácil figura de la soprano de Santo Tomé insinúa una fragilidad que luego desmiente con su poderosa y templada voz. Muy lejos de la imagen de la robustez física como garantía de caudal sonoro, Tola llega a las alturas que se propone y sale airosa demostrando un envidiable manejo de su arte.
La última parte de la función comenzó con las arias "Oh! si potessi" y "Col sorriso d'innocenza", de "Il Pirata", de Vincenzo Bellini, con las que la cantante logró transmitir la enorme carga dramática del personaje y se vio a sí misma contagiada por la emoción. El auditorio agradeció la interpretación con fervorosos aplausos.
Sin embargo el segundo punto alto del concierto llegó con "Qual fiamma avea nell guardo", de la ópera "I Pagliacci", de Ruggero Leoncavallo. Tola regaló graciosos y exactos juegos vocales coronados con un impactante final muy bien sostenido que arrancó bravos y confirmó el ascendiente de la vocalista sobre el público de Rosario.
La lluvia de flores desde los palcos coronó una lucida actuación de la joven cantante que ya es local en Rosario y de la Orquesta Sinfónica Provincial y el Coro Pía Malagoli, que acompañaron la excelente performance de la soprano que muestra un gran equilibrio de solidez y sensibilidad.



Un brillante concierto que fue dirigido por Juan Rodríguez. (Foto: Enrique Rodríguez)
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