Año CXXXVI
 Nº 49.833
Rosario,
martes  06 de
mayo de 2003
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Caso García Belsunce
Detector de mentiras para establecer dónde estuvo Carrascosa
Irene Hurtig y Guillermo Bártoli desean que el aparato demuestre que estuvieron con el viudo el día del crimen

Buenos Aires.- Los esposos Irene Hurtig y Guillermo Bártoli quieren demostrar que dicen la verdad cuando afirman que Carlos Carrascosa, único detenido por el crimen de María Marta García Belsunce, estaba con ellos mirando TV al momento de concretarse el asesinato. Por esa razón ayer solicitaron ser sometidos al detector de mentiras.
El pedido de la defensa, realizado a una semana de que venza el plazo judicial para resolver la situación del viudo, apunta a desacreditar los dichos de los testigos que comprometieron a Carrascosa al situarlo en un lugar distinto al que dijo haber estado la tarde del crimen, el 27 de octubre último.
El abogado de Carrascosa, José Licinio Scelzi, explicó que tanto Hurtig -medio hermana de María Marta- como Bártoli quieren que se utilice ese polígrafo para robustecer sus dichos ante los testimonios que indican que el viudo estuvo en el club house del country y no mirando un partido de fútbol con su cuñado.
Sin embargo, la validez procesal de ese sistema para la producción de prueba es severamente cuestionada en todo el mundo. Sobre ese método, otro de los defensores de Carrascosa, Marcelo Nardi, dijo que el código bonaerense habilita la "libertad de medios de prueba" y manifestó que el detector de mentiras, si bien no refleja la verdad de los hechos, "puede formar convicción" al respecto.
El planteo de la defensa, al que el fiscal Diego Molina Pico deberá responder si acepta o no, forma parte de una estrategia de los abogados para desacreditar las declaraciones testimoniales que el fiscal tuvo en cuenta para creer que Carrascosa miente y pedir su arresto.
En las últimas horas los letrados pidieron numerosos careos, algunos de ellos entre la mucama Catalina Vargas y todas las personas que la tarde en que mataron a María Marta estuvieron en la casa de la familia Bártoli.
Vargas fue una de las testigos que se mantuvo firme la semana pasada en un careo con Carrascosa, al asegurar que a las 18 del día que mataron a María Marta recogió tazas de café del living de los Bártoli, donde no había nadie mirando la televisión.
Sus dichos se sumaron a los de al menos otras dos personas que situaron a Carrascosa en el club house del Carmel Country Club, cuando el viudo sostiene que nunca estuvo allí la tarde del homicidio.
El testimonio de la mucama, al que los abogados del viudo consideran "alejado de la realidad", motivó un pedido de la defensa para que el fiscal realizara una inspección ocular en la casa de los Bártoli, diligencia que se realizó durante el fin de semana.
Según la defensa del viudo, el fiscal pudo ver que muchas de las descripciones que Vargas realizó en su declaración no concuerdan con el lugar de los hechos.



Guillermo Bártoli, el cuñado de María Marta.
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