Año CXXXVI
 Nº 49.830
Rosario,
sábado  03 de
mayo de 2003
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Preventiva a patovica por intento de homicidio
Es el que golpeó y dejó en terapia intensiva a un joven, tras atacarlo en un boliche del barrio porteño de Núñez

Buenos Aires.- El patovica que golpeó y dejó en terapia intensiva al joven Guido Anachuri en un boliche del barrio porteño de Núñez fue procesado con prisión preventiva por tentativa de homicidio.
El juez de instrucción Ricardo Warley consideró que Miguel Carpinacci "puso en peligro la vida de Anachuri" y que las consecuencias debieron ser previstas por el agresor "dados sus conocimientos sobre una disciplina conocida como Muay Tai (boxeo tailandés)".
Carpinacci fue reconocido en una rueda de detenidos por los chicos que acompañaban a Guido en el boliche El Sublime, quienes coincidieron en describirlo como "de mediana estatura, calvo", pero "sin los rasgos típicos de un fisicoculturista".
Este custodio, que permanece detenido en la cárcel de Devoto, se desempeña como instructor de artes marciales en gimnasios ubicados de la localidad bonaerense de Martínez y los barrios porteños de Villa Crespo y Palermo.
Carpinacci fue detenido el 28 de abril último en la zona norte del Gran Buenos Aires, y fue indagado después de que los médicos que lo atendieron tras haberse descompensado resolvieron que estaba en condiciones de responder a las preguntas de Warley.
El patovica detenido es diabético y la detención le provocó una descompensación que obligó a trasladarlo a un centro especializado para su atención, con lo que la indagatoria se vio demorada por algunas horas.
Guido Anachuri fue atacado en la madrugada del 18 al 19 de abril, y desde entonces se encuentra internado en en el Hospital Fernández.
Ayer, Nora Anachuri, madre del joven agredido, y Silvia Scurti, progenitora de la novia de Guido, acompañados por el Defensor del Pueblo porteño adjunto, Gustavo Lesbegueris, se reunieron con el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra.
En la reunión, que se extendió por 45 minutos, el jefe de gobierno porteño se comprometió a extremar el nivel de exigencia sobre la tipificación de la ley 118.
Esa legislación exigirá a los dueños de locales bailables que registren su personal de seguridad a través de una declaración jurada que deberán presentarla cada tres meses. (Télam)


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