Año CXXXVI
 Nº 49.830
Rosario,
sábado  03 de
mayo de 2003
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Lo acusan de matar por unas zapatillas y se declara inocente
Es un menor apodado "Panza" que se entregó en Tribunales. Le imputan el crimen de un chico de 16 años

Jorge Salum / La Capital

El menor acusado de asesinar a sangre fría a otro chico de 16 años para robarle las zapatillas, el 6 de abril, le dijo al juez que no es el homicida. Se trata de un adolescente apodado Panza, que se entregó en un juzgado de menores cuando supo que la policía lo buscaba. La mamá y la abuela del sospechoso declararon que estaban con él cuando se produjo el crimen y sólo hay un testigo que lo vinculó con este episodio, pero después de su declaración inicial nunca más lo encontraron.
Panza está acusado de matar a Carlos Fernando Achával, un chico de 16 años. Su nombre circuló en el barrio Ludueña ni bien se conoció el crimen y la policía salió a buscarlo por toda la ciudad, pero él eludió los operativos y se presentó por su cuenta en los Tribunales.
Al juez Juan Artigas le juró que él no mató a nadie, pero está imputado de homicidio e internado en un instituto para menores delincuentes.
El homicidio por el que lo acusan ocurrió la madrugada del 6 de abril. Ese día, un ladrón armado con un cuchillo interceptó a Carlos Fernando Achával y le exigió bajo amenazas que le entregara las zapatillas. Al chico ya le habían robado a punta de pistola un año antes y después de ese episodio traumático se había jurado a si mismo que nunca volvería a pasarle.
Por eso, en lugar de entregar mansamente las zapatillas que con mucho esfuerzo había podido comprarse, forcejeó con el asaltante. Pero la pelea fue desigual y Achával recibió una puñalada en el pecho. El ladrón, en tanto, se apoderó de su botín y se fue corriendo.
Achával era un chico muy conocido en el barrio. Colaboraba con el padre Edgardo Montaldo en un comedor del vecindario y participaba de talleres educativos en el hogar de Menores Aire, Corazón y Vida. Había terminado de cursar la EGB y pensaba hacer el Polimodal en la escuela República de Perú.
La madrugada que lo matarían salió con unos amigos para ir a un cumpleaños, pero por alguna razón desconocida finalmente decidió no entrar. Estaba en la calle, solo, cuando se cruzó con el asaltante que quería sus zapatillas a cualquier precio.
Fue en el mismo barrio donde la policía supuestamente recogió datos para vincular a Panza con este crimen. La pista principal la habría aportado un testigo que al parecer lo mencionó pero que todavía no declaró ante el juez que investiga el hecho. Aparentemente la policía no logra ubicarlo.
Mientras tanto, el sospechoso y sus familiares directos sostienen que es inocente. Sus allegados, en tanto, afirman que no hay pruebas para acusarlo. Al mismo tiempo, dos abogados habrían cuestionado formalmente la investigación judicial del caso, aunque el contenido de ese planteo es reservado.



Amigos de Carlos, el joven muerto en el brutal episodio. (Foto: Angel Amaya)
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