El subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Julio Quiroz, reconoció ayer que será "muy difícil" llegar al 15 de mayo para inaugurar la conexión vial Rosario-Victoria. El posible retraso esta vez no sería por culpa de la empresa concesionaria, sino por los problemas climáticos que impiden terminar con la colocación de la carpeta asfáltica. Ahora la pregunta es si el presidente Eduardo Duhalde será el encargado de cortar las cintas o si delegará esa misión a su sucesor, que el bonaerense apuesta a que sea el santacruceño Néstor Kirchner y no su archirrival, el riojano Carlos Menem. Lo cierto es que la habilitación del puente que une las provincias de Santa Fe y Entre Ríos ya no figura en la agenda de Ceremonial de la Presidencia de la Nación. En un principio, el acto estaba previsto para el 15 de mayo, en horas de la tarde, teniendo en cuenta que el mandatario estaría en Uruguay desde el 14 hasta el 15 a la mañana. Pero tampoco está contemplado que se corten las cintas antes del 25, cuando Duhalde entregue la banda y el bastón de mando. El presidente de la transición pasará los dos últimos días en el poder recorriendo Perú. Pero la postergación de la habilitación esta vez obedecería a cuestiones técnicas. "Las obras están atrasadas entre cuatro y seis días", confesó Quiroz y argumentó que "la lluvia no permite colocar el asfalto". Inmediatamente, el funcionario calculó que los trabajos "se estarían terminando el 17 ó 18 de este mes", olvidando que ese domingo se realizará el ballottage que definirá al próximo presidente de la Nación. El funcionario indicó que "se trataría de una postergación de días", y ratificó que "el atraso no será ni de semanas ni de meses. Sólo de unos pocos días". Según las estimaciones oficiales, la megaobra ya está terminada en un 98 por ciento, pero para que la conexión pueda ser transitada es necesario que se coloquen 26 kilómetros de carpeta asfáltica y eso aún no pudo terminarse por culpa -aseguran- de la lluvia. El titular del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), Carlos Hidalgo, también insistió con que "la lluvia está perjudicando el ritmo de los trabajos" y pronosticó que "si llueve dos días más, la habilitación tendrá que ser postergada". Igualmente, los 600 obreros del puente Rosario-Victoria operan a toda máquina para terminar la obra. Es más, sólo anteayer se colocaron 1.800 toneladas de concreto asfáltico y ahora se trabaja en las terminaciones de las calzadas con dos máquinas en lugar de una, como era antes. Fuentes allegadas a la empresa Puentes del Litoral confirmaron que se avanza en la pavimentación "a un promedio de dos kilómetros por día". Las barreras de la cabina de peaje ya están en su lugar y ahora se están terminando las obras en el sector de oficinas de esos puestos. Pero Hidalgo no se resigna. El titular del Occovi dejó la puerta abierta para que el acto de inauguración se realice el 15, si es que el pronóstico meteorológico es favorable para la zona. Si bien nadie lo confiesa, es un secreto a voces que la postergación de la habilitación de la obra monumental tiene un costado político. La agenda del presidente Duhalde se modifica día a día por el desastre ocurrido en el norte de Santa Fe, que también afecta a las provincias de Córdoba y Entre Ríos. "El desborde de las aguas del Salado arrasó con la inauguración del puente", ironizó una fuente de la Casa Rosada, antes de apuntar que "no se puede festejar en Rosario mientras que 150 kilómetros al norte hay un pueblo desesperado".
| La habilitación estaba prevista para el 15 de mayo. (Foto: Marcelo Bustamante) | | Ampliar Foto | | |
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