Año CXXXVI
 Nº 49.830
Rosario,
sábado  03 de
mayo de 2003
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Triglia consiguió testimonios clave que podrían esclarecer el caso Abalo
El juez estuvo en Bell Ville y habló con 20 personas que habrían visto a la militante que estuvo desaparecida

El juez Carlos Triglia no volvió de Bell Ville con las manos vacías. Según fuentes consultadas por este diario, el magistrado habló en la ciudad cordobesa con alrededor de 20 personas que vieron a la militante social Susana Abalo antes de que pidiera auxilio y dijera que la habían raptado y abandonado a pocos metros de la terminal de ómnibus. Esos testimonios habrían aportado pistas para desentrañar parte del misterio que por ahora envuelve al caso, pero el mismo Triglia decidió preservar esos datos bajo un manto de inviolable reserva.
"No voy a hacer comentarios", dijo ayer a La Capital el magistrado. Aunque ya habló públicamente del caso varias veces en los últimos días, su decisión marca un cambio de actitud respecto al tratamiento de una investigación en la que hasta el momento había muchas hipótesis y pocas certezas.
Abalo se esfumó el jueves 24 de abril mientras estaba en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario y reapareció unas 30 horas después en Bell Ville. Cuando la encontraron tenía un corte en la cara y quemaduras en la espalda. Los médicos forenses ya dijeron que esas heridas fueron provocadas por otra persona, cuya identidad es parte del misterio.
Desde aquel día no hay pistas para desentrañar qué pasó con ella durante ese lapso. Aunque Abalo dice que la secuestraron, hay cosas que a criterio de los investigadores no parecen claras. Una de ellas es que según tres testigos, la mujer abandonó la facultad por sus propios medios, caminando y sin que aparentemente nadie la forzara.
Los testimonios recogidos ahora en la ciudad donde apareció no aportarían mucho sobre el momento de su desaparición pero permitirían reconstruir con bastante exactitud los momentos previos al instante en que fue socorrida. Eso ocurrió cerca de las 11 de la noche del viernes 25 de abril cuando la policía rosarina rastrillaba la ciudad para encontrarla.
Triglia y su secretario, Juan Tutau, hablaron en Bell Ville con varias personas que la vieron. Según una fuente, los testigos interrogados fueron unos 20. Entre ellos estaría un muchacho que le extendió un pasaje de ómnibus de Bell Ville a Rosario, una mujer que la vio entrar al baño y cambiarse de ropa, y otra persona que le vendió cigarrillos.
Aunque el contenido de esos testimonios están guardados bajo siete llaves, habrían dado al juez una idea clara respecto a los pasos de Abalo en la ciudad cordobesa. Es lo que interpretan quienes conocen a Triglia e intentan explicar su decisión de que no se filtren por ningún motivo.
El magistrado espera ahora los resultados de unos análisis para saber si la mujer fue dopada, algo que acaso explicaría el hecho de que según ella no recuerda nada de lo que le ocurrió a partir de su desaparición. El lunes, en tanto, la mujer sería sometida a una pericia para conocer su estado psiquiátrico.



Abalo denunció que la secuestraron por 30 horas.
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