Aunque recién la semana próxima se conocerán los primeros datos sobre cómo votará la ciudadanía en la segunda vuelta electoral, algunas consultoras se animaron a vaticinar que Néstor Kirchner ganará el ballottage con cierta comodidad. Además, todos los consultados coinciden en que muy probablemente se registrará "un aumento del voto en blanco" y una disminución en el número de sufragantes. También señalaron que la población se irá "involucrando en el ballottage con el paso de los días". Ricardo Rouvier sostuvo que, "ante la falta de datos, prefiere hablar "de franjas: 70% a 30% ó 60% a 40%, siempre ganando Kirchner". Luego consideró que "lo mejor para Carlos Menem sería la franja 60% a 40%, pero en ninguna alternativa lo vemos ganando". Según recordó, ese panorama ya se visualizaba en las consultas previas al 27 de abril, cuando, además, "se hablaba de empate técnico, cosa que finalmente ocurrió, porque una diferencia de dos puntos (que obtuvo Menem a favor) está dentro de esa categoría de empate". Para Artemio López (Consultora Equis), las cifras que trascendieron hasta ahora "son muy urbanas", por lo cual espera que la próxima semana aparezcan los primeros mapeos nacionales, al tiempo que indicó que "hasta la gente está relativamente interesada en la elección, ya que la política no interesa mucho". No obstante, indicó que hay "una fuerte decisión aparente de polarizar esta elección a favor de alguno de los candidatos", pero evitó opinar quién será el favorecido por el electorado "por no tener medidas de referencia" y recordó que en la primera vuelta "las encuestas telefónicas daban ganador a (Ricardo) López Murphy". Los sondeos fueron recibidos con euforia en la Casa de Gobierno, donde el oficialismo apuesta a un "triunfo rotundo" de Kirchner. "Estamos muy tranquilos y confiados en que vamos a ganar cómodamente", se sinceró un alto funcionario duhaldista, quien no tiene dudas de que el 25 de mayo Duhalde le colocará la banda presidencial al santacruceño. Si bien el Ejecutivo prefiere no hacer gala de un excesivo triunfalismo cuando todavía faltan más de dos semanas para la segunda vuelta electoral, ese es el clima que se percibe por estos días en los pasillos de la Casa Rosada. Para muchos, el final de la vida política de Menem quedará escrito en forma definitiva cuando el 18 por la noche se cuenten los votos del ballottage, donde -arriesgan- el ex presidente deberá enfrentar la derrota. Un funcionario con despacho en la Rosada se animó a pronosticar un triunfo de Kirchner por "un 70% de los votos", una estimación basada en los datos que reflejan las encuestas mencionadas. Por estas horas el gobierno tampoco parece preocupado por el impacto que podría tener en la ciudadanía la estrategia adoptada por el menemismo, que intenta transmitir la idea de que la segunda vuelta electoral es en realidad "la interna del PJ", con el claro objetivo de promover el voto en blanco. A diferencia de Menem, quien parece estar dispuesto a jugar todas sus cartas para tejer acuerdos con otras fuerzas, la estrategia de Kirchner va en sentido inverso. Apunta más a seducir al electorado independiente y evita mostrarse triunfalista, mientras que, el gobierno trabaja en forma simultánea en un plan destinado a mejorar la performance del santacruceño en algunas provincias como Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Misiones. En esa tarea están embarcados el secretario de la Presidencia, José Pampuro, y el coordinador de la Unidad Presidente, Juan Carlos Mazzón, encargados de hacer el enlace con los gobernadores.
| |