Los familiares de uno de los pacientes que fallecieron por la epidemia de hepatitis B en la unidad de diálisis del Centenario se presentarán ante la Justicia para exigir que se investigue "a fondo" la causa de la muerte. Según confiaron, tienen "fuertes sospechas" de que una presunta negligencia médica podría haber desencadenado el contagio masivo, que ya mató a cuatro personas e infectó a otras once. Mientras tanto, desde las asociaciones que nuclean a diversos expertos en diálisis y trasplantes renales de Santa Fe prefirieron "no opinar" sobre lo sucedido y apelaron a la cautela.
La sombra de una presunta negligencia médica como causa del contagio sobrevuela las muertes, pero la mayoría de los enfermos y familiares no se atrevieron a denunciarlo abiertamente por miedo a que se cierre la unidad de diálisis. "Este es el único lugar público donde podemos dializarnos; si lo cierran, nos vamos a morir todos", aseguraron.
Por lo bajo, con muchísimo temor y pidiendo una y mil veces que no se revelaran sus nombres, no fueron pocos los que les confiaron a La Capital un rosario de dudas en torno a los procedimientos de asepsia que se realizan en la unidad de diálisis. Fue así como aseguraron que "los técnicos que trabajan con los infectados de hepatitis son los mismos que lo hacen con los otros enfermos" y "la misma sala alberga a los infectados y a los que no lo están".
"Esto es terrible. Venimos un día y vemos que gente que se dializó en una máquina normal durante la sesión anterior, ahora se está dializando en las máquinas destinadas para los infectados con hepatitis", confió una señora en las puertas de la sala de diálisis.
Ante esta realidad, familiares de una de las víctimas fatales aseguraron ayer que se presentarán ante la Justicia para exigir que se investiguen las muertes. "Acá hay una clara negligencia. Las cosas no se hicieron como se debían hacer porque está claro que los enfermos se contagiaron dentro de la unidad de diálisis", subrayó un familiar, y advirtió que seguirán "hasta las últimas consecuencias" para saber cómo llegó el contagio a esa sala de diálisis.
Cautela en la comunidad científica
Mientras tanto, desde el comité de la Asociación Nefrológica de la provincia de Santa Fe se anunció que la entidad se reunirá este martes para analizar la situación desencadenada en la unidad de diálisis del Hospital Centenario. Pero ayer prefirieron "no opinar sobre el tema", tal cual lo aclaró su presidenta, Sara Mohamad, que está pronto a dejar su cargo. Su lugar será ocupado por Claudio Moriñigo, quien tampoco quiso explayarse sobre el asunto.
Por su parte, el titular de la Asociación de Prestadores de Diálisis y Trasplantes Renales de la Santa Fe, Marcelo Farías, consideró que al ser el Centenario un hospital público no está bajo la tutela de esta asociación, por lo que tampoco quiso ahondar demasiado en la situación desatada en el servicio de diálisis del efector provincial.
El caso
El contagio masivo de hepatitis B en la sala de diálisis del Hospital Centenario comenzó a mediados de febrero y, según explicaron los especialistas, fue causado por una "mutación" del virus B que es mucho más agresiva y destruye rápidamente las células hepáticas.
Según explicaron, se trataría de una verdadera "rareza" ya que sólo hay registros de la aparición de este tipo de virus durante una infección en una sala de diálisis de Hong Kong, en 1997. Se caracteriza por su gran poder patógeno, que estaría incrementado al haber atacado a pacientes inmunodeprimidos.
Si bien la hepatitis B se transmite básicamente por sangre, los médicos descartaron de plano que el contagio se pueda haber producido en las máquinas de diálisis. Lo que no pudieron descartar es que se haya vehiculizado por medio de un catéter, una gasa, una aguja o algún otro elemento. Precisamente esto es lo que alimenta las sospechas de una presunta negligencia a la hora de manipular elementos dentro de la sala. Mientras tanto, el terrible virus ya mató a cuatro personas y los familiares de quienes se dializan allí tienen miedo.
La Ciudad
