Año CXXXVI
 Nº 49.829
Rosario,
viernes  02 de
mayo de 2003
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"Nadie va a aplaudir al sector político en un momento como este", dijo el gobernador
El gobernador pidió a la Iglesia que sea garante de la transparencia a la hora de asistir a los damnificados

Atilio Pravisani / La Capital

"Debemos tener sentido común. En este momento nadie va a aplaudir al sector político. Quería hacerles sentir lo que veo, ya que tal vez sea la última vez que esté aquí. Y pido la colaboración de todos, la vamos a necesitar", dijo Carlos Reutemann al finalizar su alocución en la Asamblea Legislativa de ayer, tras una especial inauguración del período ordinario. Los presentes tal vez recuerden las improvisadas palabras del gobernador como su discurso más vibrante y emotivo.
Era de esperar, no fue un día común. Tras superar un inconveniente legal en el Senado, el vicegobernador Marcelo Muniagurria hizo ingresar a Reutemann al recinto de Diputados donde lo esperaba la Asamblea Legislativa con 29 diputados -cinco eran opositores- y 11 senadores. Reutemann fundamentó su decisión de hacer a un lado la tradicional lectura del balance de su gestión, aunque lo entregó por escrito. "Mi tiempo y el de ustedes tiene que ser para quienes lo han perdido todo", dijo, pero antes habló con los legisladores sobre lo que está pasando y lo que está por venir.
En principio, destacó su intención de dotar de la mayor transparencia posible la asistencia a los afectados. "Hablé con (el arzobispo santafesino) monseñor Arancedo y le ofrecí a la Iglesia de Santa Fe, de la Nación, de América del Sur o de donde sea, que sea el garante de la transparencia para repartir hasta el último pañal", dijo, y levantó la voz: "No quiero que se diga que le dieron el cordón de una zapatilla a este y no se lo dieron al otro".

Paciencia
Además pidió paciencia: "Pido a los medios, que han colaborado muchísimo y están jugando un rol fundamental, que ahora jueguen un rol positivo. Tienen toda la vida para jugar el negativo, pero en las próximas 72 horas sumemos. Después habrá tiempo para decir si el Salado en Tostado tenía cuatro metros o preguntar por qué no pusieron un medidor debajo del puente en la ruta 70. Ahora salgamos a salvar la parte psicológica de la gente, que es lo más importante".
Emocionado, el gobernador pidió sacrificio a los legisladores. "Hay gente que perdió todo. Recién vi a un tallerista al que no le queda nada. Vi siete u ocho autos bajo el agua, gente que perdió la heladera, el televisor o su casa se cae a pedazos. Y ni hablar de la asistencia psicológica que necesitarán quienes pasaron por esta tragedia. Lo comprobamos tras el desastre de Cañada de Gómez", puntualizó.
Reutemann fue muy firme al no acordar con quienes hablan de falta de previsión. "No hay datos -fundamentó-, esto no pasó nunca. Y se preguntan por qué no se previó. Sinceramente, pensar que iba a llover más de 400 milímetros en la cuenca es imposible de creer. Y si esto va ser el régimen de lluvias en la provincia de Santa Fe, de aquí en más tendremos que cambiar los pueblos de lugar".
"Debemos ser serios -manifestó-, responsables. Quien quiera hacer leña del árbol caído que lo haga, pero yo hablo por lo que veo, y que no solamente se debe circunscribir a Santa Fe o Recreo; hay cincuenta poblaciones igual. Esto será largo. Será difícil".


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