Luis Castro / Ovación
El tiempo pasa y, como sucede casi siempre en este bendito país, los hechos empiezan a quedar en el olvido. Como el lamentable incidente ocurrido el domingo 20 de abril en el kilómetro 94,5 de la ruta nacional 9, a la altura de Lima, partido de Zárate, donde dos hinchas de Newell's perdieron la vida y 12 sufrieron heridas de consideración. Por el que, llamativamente, hasta el momento no hay detenidos. Pero más allá de eso, los que nunca olvidarán lo sucedido son los que fueron partícipes de una increíble batalla, con hinchas de River predispuestos a "matar", como reconoció Gonzalo, de 16 años, uno de los heridos que habló con Ovacion para relatar la triste pesadilla que le tocó vivir. "Iba en un colectivo y nos tuvimos que bajar cerca del peaje porque se nos pinchó una goma. Mientras se solucionaba eso nos bajamos a orinar. Ahí nos atacaron los de River", cuenta en el inicio del relato en el centro asistencial donde se encuentra internado tratando de recuperarse de las graves lesiones que sufrió en el pulmón y que lo dejaron al borde de la muerte. Las palabras son coincidentes a las vertidas por otro simpatizante que también había hablado con este diario en el hospital de Zárate, el día después del trágico episodio. "Me pegaron un botellazo en la cabeza, después me clavaron un palo con punta. Tenían todo preparado y, además, todo tipo de armas. Cuando estaba subiendo al colectivo me pegaron una puñalada de atrás. La gente me ayudó para subir y después me llevaron al hospital. Si no, era historia", cuenta casi al borde de las lágrimas mientras al lado su mamá escucha azorada y sacude la cabeza de un lado hacia otro. "Vinieron dispuestos a matarnos. Aún no se puede explicar cómo puede ser que demoraran (los hinchas de River) tanto en llegar al peaje, más de cinco horas. Estaba todo preparado", dice con un hablar pausado y tomándose el brazo derecho para no moverlo y no sentir el dolor por la puñalada que recibió en el pulmón. Es un adolescente. Siente pasión por Newell's y dice que sigue al equipo cada vez que "mi mamá o mi padrastro me pueden dar plata para el viaje". Y después de la película de terror en la que fue uno de los protagonistas sostiene: "Volví a vivir. Casi me muero porque tardaron mucho en llevarme para que me atendieran. En el pulmón tenía tres litros de sangre. Los doctores de acá (del centro asistencial local donde está internado) me salvaron". Esa misma película de terror parece rebobinarse sola y las imágenes vuelven a aparecer a cada instante. "Sueño con lo que pasó. Sinceramente, es feo todo lo que sucedió. Si sabía que podía pasar algo así no hubiera viajado". -¿Qué sensaciones tuviste cuando viste las imágenes? -Pánico. Ver eso es terrible. Ya está, ya pasó. Ahora hay que esperar que se haga algo y que se encuentren a los culpables. -¿Por qué creés que aún no hay detenidos? -Me da mucha bronca, porque parecería que estuviera todo arreglado. Hay cámaras en los peajes, así que se podría saber quiénes fueron los culpables. Pero así se maneja Buenos Aires con esta gente. Por eso pido que alguna vez se encuentren a los responsables, pero no creo que suceda eso porque con plata se pueden hacer muchas cosas, más aún en Buenos Aires. Cómo puede ser que se detuvieron a más de 600 de River y nadie quedó preso... -¿Qué pensás que hay detrás de todo esto? -Un complot. Hay mucho apoyo a los barras de River para ocultar lo que sucedió. Gonzalo es un pibe de barrio y de familia humilde. Hincha fanático de la lepra, pero "no soy de la barra", aclara. Es consciente de que su vida no será la misma de antes. No sólo por las lesiones físicas que le produjeron, con un pulmón casi perforado, si no por las lesiones del alma. Algo que no se puede curar con nada.
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