Nueve departamentos de la provincia y casi media ciudad de Santa Fe quedaron bajo las aguas al persistir las lluvias e incrementarse el caudal del río Salado, lo que complicó una situación que tiende a agravarse. El gobierno confirmó al cierre de esta edición que unas 50 mil personas están fuera de sus hogares. De persistir el mal tiempo se teme que los evacuados y autoevacuados puedan incrementarse aún más. También se reportó una muerte. Se trata de un hombre mayor que se trasladaba en una piragua en el barrio Chalet y que pereció ahogado al caer de la embarcación.
Hoy es el día más temido para los sufridos pobladores ya que se espera que se produzca el pico de crecida. Ayer, durante la mayor parte del día se careció de energía eléctrica y se dificultaron las comunicaciones telefónicas, lo que entorpeció las tareas de salvamento de quienes habían buscado refugio en los techos de sus viviendas.
El sector oeste de la capital provincial está completamente anegado y las aguas están a tan sólo diez cuadras del centro pese a los terraplenes que construyeron los vecinos para intentar frenar su avance. Una de las escenas más dramáticas tuvo lugar cuando fue preciso desalojar el Hospital de Niños, aunque las visiones y relatos desgarradores de quienes todo lo pierden se repiten minuto a minuto.
En cuanto a las pérdidas, solamente en la producción agrícola superan los 200 millones de dólares al quedar afectados cultivos, la ganadería y la lechería. Varios puentes y las principales rutas permanecen cortadas, inclusive la autopista que la comunica con Rosario. Tan desesperada se tornó la situación que hasta se pensó en dinamitar un sector de la misma para facilitar el escurrimiento de las aguas.
El gobernador Carlos Reutemann, que recorrió las zonas afectadas, dijo que se trataba de una catástrofe histórica. A su paso, algunos damnificados tuvieron actitudes hostiles hacia el mandatario.
Es que técnicos y especialistas aseguran que la catástrofe pudo haberse evitado o al menos atenuado ya que desde el jueves pasado se advertía que una masa hídrica de enorme densidad avanzaba hacia la ciudad. También recriminan a las autoridades la falta de una decisión política para reanudar los estudios sobre el comportamiento del Salado que hubieran permitido implementar un sistema de alerta.
El gobernador pidió al Banco Mundial un crédito por 50 millones de dólares para reparar daños. Por su parte, la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado creó anoche un fondo de emergencia de 150 millones de pesos que se espera aprobar cuanto antes. En tanto, desde distintos sectores y organismos se organiza la ayuda para los desconsolados inundados. Y esa muestra de solidaridad espontánea es bienvenida. Porque ayudará a paliar la desgracia hasta tanto llegue el momento
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La Ciudad
