Adrián Gerber / La Capital
El resultado electoral que se dio ayer en Rosario admite varias lecturas, que deben ser cuidadosas, racionales y desapasionadas. A medida que se tome distancia de esta elección quizá la interpretaciones puedan ser más precisas, pero anoche los dirigentes locales de todos los partidos ya empezaban a especular. Tal es así, que los búnkers se parecían más a laboratorios políticos que a centros de cómputos. Lectura I: Estos comicios marcan que Rosario está teniendo un perfil político diferente al del resto del país. Se está consolidando un espacio no peronista muy fuerte que se viene mostrando como mayoritario. En esta elección se expresó a través del voto a Carrió y López Murphy. Entre los dos obtuvieron alrededor del 52 por ciento de los votos. Una cifra muy parecida al 51 por ciento de la Alianza del 99 (presidenciales) o al 50 por ciento del 97 (concejales). El espacio peronista, por su lado, sigue sin poder imponerse, pese a que ha crecido tras esta elección gracias a la oferta de tres candidatos, con tres proyectos distintos: Menem, Kirchner y Rodríguez Saá sumaron en conjunto un 40 por ciento. Duhalde, en el 99, sólo había logrado 30,44. Si bien no se puede realizar un traslado mecánico de los resultados de ayer a las elecciones locales, seguramente está marcando una tendencia. Lectura II: El socialismo, después de esta elección, se debe querer hacer el hara-kiri. Los lamentos por no haber podido cerrar un acuerdo con Carrió estaban anoche a flor de piel, tras la excelente performance del ARI en Rosario y la provincia, y la pésima de su binomio Bravo-Giustiniani. La estrategia electoral del socialismo hizo agua por todas partes, ya que no entendió que el voto no peronista cada vez tiene menos que ver con las estructuras partidarias. Este se va moviendo comicios tras comicios según la oferta electoral. Pero, al menos, los voceros socialistas rescataban el público respaldo de Carrió a la postulación a gobernador de Binner, que será capitalizado en las próximas semanas. Es más, algunos allegados al intendente decían anoche por lo bajo que Binner ya tiene decidido oficializar su candidatura tras el ballottage. "Está casi lanzado y con mucha expectativa y confianza", dijo el mismo vocero. Lectura III: El socialismo parte con ventaja favorable de cara a los futuros comicios a intendente de Rosario, pero certezas en política no hay. Todo depende de la oferta electoral que haga. Algo es seguro: la posible candidatura a intendente de Giustiniani quedó mal herida tras el traspié de ayer, aunque algunos todavía no la descartan. Desde el ARI, descontaban anoche que confluirán en el mismo lema con el socialismo, pero advirtieron que para garantizar el triunfo habrá que presentar varios candidatos, a falta de una figura descollante fuera de Binner. Y hay un rumor que anoche comenzó a tomar fuerza en todos los búnkers: la posibilidad de que Usandizaga finalmente presente su candidatura a intendente. Incluso hay versiones de que renunciaría al radicalismo y se pasaría al partido de López Murphy. Esto pondría al justicialismo rosarino en un lugar expectante ya que dividiría el voto no peronista. Un final abierto.
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