Desde dos búnkers distintos, los partidarios rosarinos del candidato del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, festejaron la obtención por parte del gobernador santacruceño del pasaporte para disputar el ballottage con el candidato del Frente por la Lealtad, el ex presidente Carlos Menem.
Uno de los centros de cómputos estaba instalado en el Hotel Presidente, donde se concentraba la militancia kirchnerista enrolada en La Corriente, que es precisamente la línea interna que conduce a nivel nacional el gobernador patagónico. Los referentes de este sector se autodenominan "de paladar negro" o "de la primera hora" y precisaron que militan junto a Kirchner desde diciembre de 2000, cuando la candidatura presidencial aún era un sueño.
El otro refugio del mandatario sureño estaba en el local de Rodríguez y Rioja, donde se concentraron los cuadros y militantes que responden al ex presidente del Concejo Municipal Norberto Nicotra.
Desde el sector de La Corriente, el intendente de Correa, Alberto Monti, precisó que "tomando globalmente la provincia, Kirchner ha hecho una muy buena performance, y también otras fuerzas progresistas (en clara alusión al ARI)".
A su turno, Marcelo Chibotta evaluó el gran caudal de votos obtenidos por Elisa Carrió y aseguró que "en Rosario, el voto a Lilita es para alguien que ha penetrado en sectores descontentos con la política menemista. Seguramente, ha sabido comunicar esta oposición al neoliberalismo".
A la hora de considerar la votación desde la perspectiva del peronismo, Chibotta fue contundente al afirmar que "la performance llevada adelante por la dirigencia del PJ en la ciudad de Rosario de los últimos años a esta parte es verdaderamente vergonzosa".
Chibotta redondeó que "si existe la posibilidad de salvar al partido, hay que hacer una renovación. De lo contrario, se trabajará por fuera de las estructuras partidarias, precisamente por respeto a la doctrina y el legado de Juan Perón, que como dice Kirchner hay que aplicarlo y no declamarlo como se lo viene haciendo en esta campaña".
En el local de Rodríguez y Rioja, donde se vivieron momentos de mucha euforia por parte de un grupo de militantes que se habían concentrado en el lugar, el concejal Agustín Rossi precisó que "desde el principio, esta elección fue encarada con el objetivo principal de garantizar la presencia de nuestro candidato en la segunda vuelta y ese objetivo está logrado".
El perfil progresista
Rossi reconoció que "no hay que desligar en Santa Fe la performance del Frente para la Victoria de la excelente votación de Carrió, ya que eran los dos candidatos con un perfil progresista más acentuado, con un electorado compartido".
Finalmente, Roberto Rosúa, ex ministro de Gobierno obeidista, aseguró que "comienza una nueva etapa en la historia política argentina" y añadió que "la propuesta de Kirchner significa abandonar el pasado para estar en el futuro, y la posibilidad de un proyecto de la producción y no de la especulación, que financie el progreso de la gente desde el trabajo productivo y no desde el endeudamiento enloquecido de los últimos años".