Año CXXXVI
 Nº 49.825
Rosario,
domingo  27 de
abril de 2003
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"En ningún momento estuvo consciente"

Los recuerdos de Susana Abalo son casi nulos. Tras su llegada a Rosario, los datos sobre su desaparición parecen ser más confusos y da la sensación de que el misterio se torna todavía más indescifrable. La mujer, al parecer, pasó largas horas en blanco. Sólo se acuerda de haber salido del salón de clases de la Facultad de Derecho y caminar a lo largo de un corredor. Ni siquiera puede asegurar si llegó al hall y menos aún a la calle. Según sus dichos, volvió en sí recién en el hospital de Bell Ville, aunque pudo hacer una vaga referencia a la llovizna que sintió caer sobre su cuerpo mientras permanecía en la calle.
Cuando la militante social llegó ayer a Rosario prefirió no tener contacto con la prensa, por lo que fue su pareja, Eduardo Brunetti, quien se encargó de hablar por ella y, de este modo, repetir lo que Abalo pudo contarle.
"En ningún momento estuvo absolutamente consciente durante su cautiverio", remarcó el hombre, por lo que supuso que "debe haber estado bajo efectos de algún fármaco".
La mujer alcanzó a relatar que antes de salir el jueves del aula de Derecho (se presume cerca de las 16.40) vio a una persona que "llamativamente le hizo una seña (se pasó el dedo índice por el cuello como amenaza de decapitarla); por eso se levantó a buscar al custodio que no estaba en la puerta del salón", dijo Brunetti. Y explicó que Abalo pretendía que el guardia siguiera al hombre que la habría intimidado desde el exterior del aula.
La estudiante salió y al no encontrar al guardia, "se perdió entre la gente", añadió. Precisamente fue en ese instante en el que quedó anulada, hasta la noche del viernes en Bell Ville. Es más, cuando una mujer la halló "le dijo que era viernes 25, mientras que lo último que Susana tenía presente era que en su carpeta de la facultad había anotado jueves 24. Recién ahí advirtió que había pasado un día", agregó su compañero.
El padre Agustín, de la iglesia San Francisquito, ratificó los dichos de Brunetti e indicó que la estudiante "fue muy golpeada, tenía magullones en todo el cuerpo pero también la fortaleza de un testigo".
También dijo que el testimonio dado por un estudiante que la habría visto salir "no se asocia en absoluto con lo que Susana cuenta, salvo que la hayan camuflado". Por su parte, Brunetti sospechó que "quizás otra persona fue utilizada para despistar, vestida de manera similar a la de Susana". Dijo que su mujer "no puede caminar tan rápido, como contaron". Y de este modo justificó su suposición.


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