La Asociación de Fabricantes de Autos (Adefa), concesionarios (Acara) y empresarios autopartistas (Afac) presentarán un proyecto conjunto para recuperar la industria automotriz, que acercarán en los próximos días a los dos postulantes a la presidencia más votados en los comicios de hoy. La propuesta destaca la necesidad de estimular el mercado interno para revertir la violenta caída de las ventas registrada en los últimos cuatro años, y su eje está puesto en un plan de renovación de la flota, que denominaron Promove. La primer idea es enviar "señales claras" a las casas matrices para que aprueben nuevas inversiones, a través del pago de las deudas del Estado con la cadena automotriz, que reclama sólo por las dos ediciones del Plan Canje unos 345 millones de dólares. En el proyecto, los empresarios argumentan que "esos fondos ayudarían a refondear a las empresas, para que sus casas matrices recuperen la confianza en el país". El plan incluye también un programa de renovación de flota, denominado Promove, en el cual las terminales no tendrían que adelantar plata como ocurrió con el Canje, sino que se financiaría con un fondo especial creado a tal fin con aportes públicos y privados. Según el texto consensuado por el sector, el programa "generaría una venta incremental de 70 mil unidades en el primer año de vigencia", y "podría generar mil millones de pesos adicionales a la potencial recaudación de 2003". En los anexos del material conjunto se presenta el organigrama del Promove, que incluye a las concesionarias, el Ministerio de Economía, el Registro Automotor y las empresas de reducción a chatarra. La tercer pata del proyecto es una serie de medidas de incentivo a la demanda, que incluyen la facilitación de la verificación técnica vehicular y otros trámites, y el abaratamiento de las pólizas de seguros. Los empresarios también pedirán que se eliminen las retenciones a la exportación, que actualmente son del 5 por ciento para los bienes industriales, tanto partes como vehículos terminados, y solicitarán que se reduzcan las cargas patronales. Otra reforma impositiva se refiere a la eliminación del efecto cascada del impuesto a los ingresos brutos, lo cual deberá ser negociado con las provincias donde están radicadas las principales fábricas, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Por último, los ejecutivos plantearán la necesidad de redefinir e impulsar la discusión de la Política Automotriz Común (PAC) con Brasil, "en el sentido de que delegaciones conjuntas del gobierno y el sector privado interactúen con las casas matrices para impulsar los nuevos proyectos", según precisó un empresario del sector. "Es indispensable poner en marcha lo acordado en la PAC, en lo que respecta a la complementación a partir de la especialización de las plantas para aprovechar las capacidades disponibles", sostiene el texto que acercarán a los candidatos que más votos reciban en los comicios de hoy. La idea original de los empresarios era presentar el plan en sociedad esta semana, "pero con el ruido de las elecciones era imposible discutir nada", confesó un alto ejecutivo del sector. La falta de nuevos planes de fabricación en Argentina, según las compañías, atenta contra las posibilidades de exportaciones futuras, al envejecer los modelos fabricados localmente, que pasan a ser menos atractivos pese a la competitividad ganada con la devaluación. En Brasil, por ejemplo, se anunció durante el año pasado la instalación de 14 nuevas líneas de producción para modelos que antes se importaban, mientras que en Argentina sólo se supo de dos (un utilitario de la firma japonesa Toyota y el Peugeot 307), que saldrán al mercado recién en 2004. Y el impacto sobre el empleo, que se sintió fuerte durante el último año, llevó a que se perdieran unos 25 mil puestos de trabajo en toda la cadena de valor, y a que se mantengan las suspensiones y el trabajo de a dos ó tres días semanales en varias plantas. Las concesionarias en particular no vieron revertir la crisis ni siquiera con el tímido impulso de las exportaciones registrado recientemente. Según las cifras de Acara, de las 1.500 agencias que había en el momento de mayor auge en 1998, sólo quedaban 467 en el último relevamiento realizado en enero. Los números de Adefa, en tanto, indican que la producción nacional de autos disminuyó un 32,2 por ciento en el 2002 respecto del año anterior, las ventas a concesionarios cayeron un 53,4 por ciento, y las exportaciones se retrajeron un 20,7 por ciento.
| |