"La persona se valora a sí misma"

La Quebrada del Condorito, que se extiende en una superficie aproximada de 40.000 hectáreas, fue declarada parque nacional en 1996. El primer curso para guías del lugar se realizó el año pasado. A la capacitación asistieron dos rosarinos, actualmente habilitados para acompañar a los contingentes. Ellos son Carlos Moscato (31) y Jorge Vaglienti (36).
Moscato acompañó al contingente de rosarinos que participó de la excursión a la Quebrada del Condorito en la reciente Semana Santa. En pleno escenario natural expresó que una de las principales funciones del guía es "concientizar sobre la importancia de preservar las áreas naturales del país, que en muchos casos están siendo devastadas por la mano del hombre".
El turismo aventura presenta la singularidad de que para disfrutar de lugares agrestes se debe prescindir de servicios básicos a los que el hombre está acostumbrado. "En estos sitios no hay luz eléctrica, televisor y el shopping no está cerca, pero a pesar de ello pasar unos días en contacto con la naturaleza es una experiencia apasionante. Visitando estos lugares la persona no sólo le otorga más importancia a las comodidades cotidianas, sino que se valora más a sí misma", comentó Moscato, mientras su mirada seguía el vuelo de un águila que se alejaba del campamento.
A la hora de buscar explicaciones sobre el crecimiento mundial que experimentó el turismo aventura hizo referencia al interés de la gente en la ecología y a que se volvió más accesible contar con el equipamiento adecuado para emprender travesías en escenario agrestes. "Las personas que habitan en las grandes ciudades están envueltas en una vorágine terrible y luego de trabajar 12 horas se les hace difícil despejar la cabeza. Precisamente sitios como la Quebrada del Condorito rompen con la rutina y alejan las preocupaciones cotidianas".
En relación a las exigencias físicas que demanda participar de una salida de aventura, Moscato comentó que "no se necesita estar en forma atlética para animarse a practicar trekking en la montaña", pero se encargó de aclarar que "se debe estar preparado para disfrutar del paisaje sin contar con las comodidades habituales, como un baño o una cama".