Un total de 4.836 casos probables de síndrome respiratorio agudo severo (Sras) en 28 países fueron notificados a la Organización Mundial de la Salud (OMS), 293 de los cuales resultaron mortales, mientras que 2.239 pacientes pudieron ser curados, según el último balance dado a conocer ayer. La organización precisa que la epidemia de neumonía atípica ha afectado a 2.753 personas en China continental, de las cuales 122 murieron, siete más que en los cómputos difundidos anteayer.
En Hong Kong se registraron 17 nuevos casos, llevando a 1.527 el número total. De ellos 121 fueron mortales, es decir seis más que la víspera. En Singapur fueron censados 198 casos, 21 de ellos mortales.
El informe da cuenta de 63 enfermos en Vietnam, 5 de los cuales murieron, y de siete casos en Tailandia, dos mortales.
Cinco casos fueron censados en Malasia (dos mortales), 49 en Taiwán (ninguno mortal), 4 casos en Filipinas (dos mortales), dos en Japón, cinco en Mongolia, uno en Indonesia y uno en India, ninguno fatal.
Fuera de Asia, Canadá es el país más afectado por el Sras, con 142 casos probables, 18 de ellos mortales. En Estados Unidos se contabilizaron 41 casos pero ningún deceso. La OMS señala asimismo casos en Alemania (7), Gran Bretaña (6), Francia (5), Italia (4), Suecia (3), Rumania (1), Bulgaria (1), Suiza (1), España (1) e Irlanda (1). Ningún paciente europeo ha fallecido.
Finalmente, cuatro casos fueron señalados en Australia, dos en Brasil, uno en Kuwait y uno en Sudáfrica. Ninguno ha sido mortal.
Toronto, en la lista negra
Las esperanzas de una rápida erradicación de la neumonía atípica en Canadá se vieron afectadas por la muerte de cuatro personas en los últimos dos días, aunque las autoridades reiteran una y otra vez que la enfermedad está controlada.
"No detectamos otros contagios desde hace más de tres semanas, y ahora vamos a quedar como una de las zonas de más riesgo, es realmente triste", lamentó el microbiologista Donald Low ayer, tras la difícil jornada que vivió Toronto.
La OMS avergonzó a las autoridades canadienses, cuando anteayer mantuvo "muy firmemente" a Toronto en la lista negra de ciudades a evitar. Además, los tres nuevos muertos en un sólo día ensombrecieron las perspectivas de limitar la propagación del virus. Ayer se anunció el fallecimiento de un hombre de 77 años, quien se convirtió en el vigésimo canadiense en morir debido al virus.
Todos los decesos ocurrieron en la región de Toronto (capital de Ontario) que concentra la gran mayoría de los 344 casos detectados en el país.
Si bien hasta ahora las víctimas eran casi exclusivamente personas de edad avanzada y constitución frágil, una de las últimas es un hombre de 44 años sin problemas de salud anteriores.
Las autoridades provinciales intentaban ayer soslayar la crisis. "Con el alto número de casos que tenemos esperábamos que algo así ocurriera", subrayó el comisario de Seguridad Pública provincial, James Young. "La experiencia muestra que las personas más jóvenes afectadas por el Sras se enferman seriamente", agregó.
Los funcionarios de salud insisten en que los focos de propagación están identificados y bajo control, y que no hubo contagio a la comunidad. "No hay riesgo para la gente que viene a Toronto, y el peligro es casi nulo para la gente que hace su vida cotidiana", aseguró Low, médico del hospital Mount Sinaí de Toronto, uno de los dos centros hospitalarios más afectados.
Las autoridades canadienses, exasperadas por la recomendación de la OMS, se reunirán la semana próxima.
El primer ministro Jean Chretien, que anteayer volvió de sus vacaciones en el Trópico, consideró que "el problema parece más bien controlado".
Los cantantes Elton John y Billy Joel se tomaron en serio la recomendación de la OMS y decidieron anular el concierto que mañana iban a dar juntos en Toronto como parte de su gira norteamericana.
Los habitantes de Toronto tienen la impresión de ser víctimas de una psicosis alimentada por los medios. Muchos debieron posponer sus tratamientos médicos no urgentes, y las deserciones de la capital financiera canadiense empezaron a afectar a la economía del país.
Uno de los sindicatos más importantes nucleados en el Congreso del Trabajo de Canadá, reclamó ayer que el gobierno llame a una cumbre nacional de emergencia en Toronto para tratar sobre las consecuencias sociales económicas del Sras. (AFP)