En 1984, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) reflejó la condena del Episcopado argentino sobre la modalidad represiva que investigó ese organismo. No habían transcurrido dos meses del golpe del 24 de marzo de 1976 cuando la Conferencia Episcopal, en asamblea general, calificó de "pecado" los métodos empleados. En mayo del 77 publicó, en el mismo sentido, un severo documento precedido de comunicaciones a los miembros de la Junta Militar. La Conadep señaló, en ese marco, que "lamentablemente, hubo miembros del clero que cometieron o avalaron con su presencia, con su silencio y hasta con palabras justificatorias estos mismos hechos que habían sido condenados por el Episcopado". A continuación se citan testimonios recabados por la Conadep en los que se mencionan a religiosos. Luis Velasco, (legajo N 6949) recordó que al ser secuestrado por la policía, dijo que "nunca salimos de la ciudad (La Plata) y llegamos al lugar que los captores llamaban La Casita. Allí estaba la central de operaciones del grupo que nos había retenido. Después de la primera sesión de tortura se me acercó un sacerdote, supe más tarde que era Christian Von Wernich. "El sacerdote volvió varias veces; en una oportunidad me ordenó que me sacara la venda de los ojos, me negué a hacerlo, me la retiró él mismo, me dijo que tenía la parroquia en 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires. "Una vez escuché cuando Christian von Wernich le contestaba a un detenido que pedía no morir que la vida de los hombres depende de Dios y de tu colaboración. En una oportunidad se dirigió a mi tocándome los pelos del pecho y diciendo sonriente «te quemaron los pelitos». También lo escuché defender y justificar las torturas, reconociendo que a veces las había presenciado. Cuando se refería a algún operativo, decía: «Cuando hicimos tal operativo...»". Otro ex detenido declaró en el Juicio por la Verdad que von Wernich estuvo en el centro clandestino que funciono en la Brigada de Investigaciones de La Plata, "revisó" el estado de unos prisioneros y recomendó "masajes" para un torturado. Osvaldo Lovazzano, quien estuvo detenido ilegalmente durante más de cuatro meses en 1977, afirmó que el sacerdote, luego de ver a un joven que estaba dolorido por la tortura, aconsejó: "Es por la corriente eléctrica, ya se le va a pasar. Háganle masajes". El ex detenido recordó además que "decían que von Wernich era el nexo entre los policías y las familias" de las personas que estaban en cautiverio. Y que el cura una vez le entregó a un prisionero un frasco de gotas para el oído.
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