"El tipo de cambio no tiene que ser fijo, sino tener ciertos grados de flexibilidad para que la economía argentina esté en posición de absorber cambios bruscos en las condiciones macroeconómicas o shocks externos que puedan producirse en el futuro". Así lo indicó Pablo Rojo, uno de los referentes económicos del menemismo y ex presidente del Banco Hipotecario, quien planteó que es necesario un dólar libre, pero estabilizado a partir del mantenimiento en el tiempo de reglas de juego claras.
También dejó abierta la posibilidad de que lleguen fondos frescos de los organismos multilaterales de crédito, al ser consultado sobre los resultados de las reuniones que mantuvo hace tres semanas con la cúpula del FMI y el Tesoro de Estados Unidos, en ocasión de presentarles la propuesta económica de Carlos Menem.
En diálogo con La Capital, el economista señaló que el sistema financiero "no ha terminado de salir de la crisis" y enfatizó que "todavía hay muchas cuestiones pendientes como las compensaciones por la pesificación de los créditos".
Otro aspecto que en los últimos días generó polémica fue el pedido al gobierno de la Asociación de Bancos de la Argentina (Adeba), una de las entidades del sector que agrupa a entidades privadas de capital nacional, para que les permitan otorgar créditos en dólares. Rojo sentó su posición y consideró que "se deben generar mecanismos para que todos aquellos argentinos que tienen un enorme volumen de dólares en los colchones tengan productos financieros y confianza suficiente para que todos esos recursos vuelvan a volcarse al sistema bancario y puedan ser reinyectados en la economía".
Consultado sobre si una dolarización de la operatoria bancaria significaría retornar a ciertos términos del funcionamiento del sistema durante la convertibilidad, Rojo dijo que "la convertibilidad tenía normas bancarias que eran consistentes con el planteo de la convertibilidad". Por eso, aclaró que "en las circunstancias actuales, no estoy de acuerdo en que se vuelva plenamente a la convertibilidad".
En el terreno monetario, Rojo planteó que "se debe marchar a un régimen monetario que asegure la estabilidad plena del peso y contar con una moneda fuerte", pero además "el tipo de cambio tiene que ser absolutamente libre". El economista indicó que la estabilidad en un marco de absoluta libertad "se puede lograr siguiendo tres reglas: tener un Banco Central plenamente independiente, prohibirle que emita moneda para cubrir los déficits de la Tesorería y tener cuentas públicas en equilibrio".
No obstante, dijo que "en las circunstancias actuales, el tipo de cambio no tiene que ser fijo, sino tener ciertos grados de flexibilidad para que la economía argentina esté en posición de absorber cambios bruscos en las condiciones macroeconómicas o shocks externos que puedan producirse en el futuro".
Consultado sobre el nivel ideal del tipo de cambio, Rojo separó las aguas. Por un lado señaló que "lo primero que tenemos que ver es el tipo de cambio real, lo que tenemos que recuperar con rapidez es el poder adquisitivo de los salarios, y eso va a implicar en términos reales una reducción del tipo de cambio". Pero aclaró que "esto no necesariamente implica una variación del tipo de cambio nominal, que puede permanecer perfectamente en 3 pesos".
El economista hizo particular hincapié en la obra pública como un elemento dinamizador de la economía y creador de fuentes de trabajo. Consultado sobre si el financiamiento de estas obras estaría relacionado con créditos provenientes desde el exterior, Rojo deslizó que "podría ser".
El manejo de la deuda
En el terreno del manejo de la deuda externa, Rojo fue más explícito y abrió la posibilidad de la llegada de fondos frescos: "Ya hemos avanzado porque tuvimos varios contactos con las autoridades de estas instituciones para sentar las bases de un acuerdo de refinanciación de largo plazo con los organismos, que no sólo disipe las incertidumbres más allá del mes de septiembre, cuando vence este acuerdo provisorio actual, sino que además implique el aporte eventual de fondos frescos para fortalecer la recuperación de la economía argentina".
En ese sentido, Rojo afirmó que hace tres semanas mantuvo reuniones con autoridades del Tesoro de Estados Unidos, Anne Krueger, Anoop Singh y los funcionarios del Fondo que llevan adelante el "caso argentino".