Carlos Colombo / La Capital
Como en el 83, cuando se recuperó la democracia, el radicalismo eligió Rosario para cerrar su campaña electoral. La fórmula Leopoldo Moreau-Mario Losada encabezó un acto en Sportivo América, que fue colmado por militantes radicales que intentaron demostrar -en un esfuerzo titánico- que el centenario partido no está muerto y que va a dar pelea el domingo a pesar de las encuestas. Recordar la fecha del triunfo de Ricardo Alfonsín no es anecdótica porque para Moreau (quien anoche no pudo evitar derramar algunas lágrimas) esta elección es tan importante como la del 83: "Esta es la oportunidad de fortalecer la democracia o de perderla". El radical, que previamente al mitin visitó la Redacción de La Capital, cargó contra Carlos Menem y Ricardo López Murphy, de quien dijo que "debe hacerse cargo del fracaso del gobierno de (Fernando) De la Rúa". -¿Esta es la elección más complicada que va a afrontar la UCR? -Es la elección más complicada y más importante para la Argentina, no para el radicalismo. Es tan importante como la del 83, cuando consolidamos la democracia. -¿En qué se parecen? -Tenemos la oportunidad de fortalecer esa democracia, pero también el riesgo de perderla de acuerdo al resultado. El 27 de abril estamos eligiendo un procedimiento para resolver la crisis de la Argentina, originada en nuestros problemas internos y en un planeta donde Estados Unidos optó asignarse el papel de gendarme del mundo. Por eso, el votante debe reflexionar sobre las consecuencias de su voto, y la mejor manera de hacerlo es imaginarse el escenario que produce un resultado. -Un escenario puede ser el triunfo de Carlos Menem. -En ese caso el escenario sería: una vereda donde estarían los piqueteros, los desocupados y los marginales; otra vereda donde estaría Menem y, en el medio, las Fuerzas Armadas en la calle. Esto crearía condiciones para que la represión mate a un piquetero o un piquetero mate a un oficial de las Fuerzas Armadas y eso termina con la democracia. -Otro escenario es con López Murphy poniéndose la banda. -Imagínelo sentado con la banda presidencial haciendo los anuncios que pronunció cuando fue ministro de De la Rúa: recortes en la educación pública, arancelamiento universitario, privatización del Banco Nación, creación de una banca off-shore, rebaja general de salarios, negativa de aumentar a los jubilados. ¿Por cuántas horas puede durar la paz social? Si le estalló y tuvo que irse a los siete días como ministro, como presidente le estalla en 24 horas, entonces le quedan dos caminos: irse en helicóptero como De la Rúa o tomar el camino de la represión. -¿Cuál es el escenario que usted impulsa? -El desafío es resolver la crisis sin perder la democracia ni la paz social. Por eso planteamos la necesidad de un gobierno de salvación nacional que, excluyendo a los corruptos y a quienes nos quieren devolver a un modelo neoliberal y antiproductivista, apuesten muy fuerte a la racionalidad, al consenso y al diálogo, dejando de lado los mesianismos autoritarios, como el que encarna Menem, o el fundamentalismo ajustista de López Murphy, recetas que nos llevaron a esta situación y que nos pusieron en enero del año pasado en el riesgo de que la anarquía desembocara en un baño de sangre y por ende de una dictadura. -Usted denunció que se intenta dispersar el voto radical. -Los grandes grupos concentrados de la economía, que quieren el regreso de Menem, han puesto en marcha una campaña tendiente a dispersar el voto radical, porque si el 18 ó 20 por ciento del electorado que se siente radical vota nuestra fórmula, hay segunda vuelta en serio; si no es así, la segunda vuelta será entre dos sublemas del justicialismo, y ahí gana Menem. Al principio, para dispersar el voto radical levantaban la figura de (Elisa) Carrió, pero apareció López Murphy, quien a los grupos económicos les cierra perfectamente, porque generan la polarización peronismo-antiperonismo. Con Menem y Murphy ganan los grupos económicos. -A usted le achacan, por ser el candidato radical, el fracaso del gobierno de De la Rúa, pero nada dicen de López Murphy que ocupó dos ministerios. -Precisamente, porque hay una operación muy fuerte de los grupos concentrados de la economía con la complicidad mediática de algunos grandes medios de Buenos Aires que disimulan esta situación. Yo lo voté a De la Rúa, como lo votaron millones de argentinos, como lo votó Carrió, Alfredo Bravo, porque creíamos que podía ser una alternativa moral y política al gobierno de Menem, hasta ahí me hago cargo y hasta ahí se debe hacer cargo la Unión Cívica Radical. López Murphy, quien fue 18 meses ministro, ahora se hace el distraído, lo mismo que Patricia Bullrich, el Grupo Sushi, Hernán Lombardi. El de López Murphy es el partido de los ex ministros de De la Rúa, de lo peor de De la Rúa, de los que llevaron al desastre a ese gobierno, dañaron al radicalismo y, lo que es peor, dañaron la credibilidad de la gente en el sistema político. -Ahora se habla del voto útil. -Sí, resulta que nos quieren hacer creer que hay voto útil... Que se trata de peronismo-antiperonismo, eso es de 30 años atrás. Pero ojo, porque además de un voto útil hay un voto suicida, entonces la gente tiene que optar cuando entre al cuarto oscuro. El voto útil hoy es optar por la democracia, la producción, la educación pública y una salida consensuada de la crisis.
| |