Por primera vez en diez años, la Unión Industrial Argentina (UIA) dirimirá en elecciones quién será su presidente. El recambio directivo de una de las entidades empresariales más poderosas del país, será el vermouth de las presidenciales del domingo, sobre todo en lo que hace a la pelea de fondo entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Esto es así porque ambas listas en pugna se endilgan bajo cuerdo el mote de menemistas y duhaldistas. Aunque no se trata de un claro alineamiento, la lista Consenso, que encabeza Alberto Alvarez Gaiani, aparece más relacionada al ex presidente, mientras que la lista Industriales, que postula a Guillermo Gotelli, cuenta con mayor simpatía desde el actual gobierno. Los condimentos de la disputa van, sin embargo, más allá de un simple correlato de la pelea política partidaria. Viejos rencores, diferentes enfoques de política económica, conflictos de representación y la pulseada entre las grandes empresas ornamentan el escenario de esta confrontación, hija además de la fragmentación que la crisis de 2001 provocó tanto en los partidos como en las representaciones corporativas. La elección del martes, en la que se designarán 24 puestos del comité ejecutivo y 15 de la junta directiva de la entidad, borró del mapa la histórica división interna entre el Movimiento de Industriales Argentinas (MIA) y el Movimiento de Industriales Nacionales (MIN), para dar paso aun corte transversal. El fracaso del pacto de alternancia entre los dos movimientos se produjo luego de que un sector del MIN, fogoneado por el poderoso grupo Techint, impugnara un acuerdo para llevar a la presidencia de la UIA a Alvarez Gaiani (MIA), entre otras cosas por su presunta relación con Carlos Menem y su apoyo incondicional al gobierno en los tiempos de la convertibilidad. El conflicto abrió el juego a nuevas alianzas y, hoy por hoy, ambas líneas en pugna cuentan con representantes de lo que eran el MIN y el MIA. No sólo eso. Hay cámaras sectoriales, como las automotrices, que reparten sus apoyos entre los dos candidatos. Alvarez Gaiani, titular de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal) minimizó las diferencias en los programas de ambas listas y aseguró que el hecho de que por primera vez en 10 años se presenten dos candidatos a conducir la entidad tiene que ver con que "no se respetó el acuerdo de alternancia, hubo una diferencia personal de una empresa que no aceptó que se mantuvieran los pactos". Gotelli, ex presidente de Alpargatas, se quejó porque los referentes de la lista consenso "no quisieron debatir una propuesta sobre cómo tiene que trabajar la UIA". Desde su punto de vista "ellos trabajan desde lo macro, sin hacer participativa la gestión, en nuestro caso hay protagonismo empresario", dijo. El mecanismo de elección en la Unión Industrial es complejo ya que contempla representaciones individuales, sectoriales y territoriales de los empresarios. En total hay unos 200 referentes que tendrán la responsabilidad de votar para elegir al sucesor de Héctor Massuh. El miércoles, un día después de las elecciones a nivel nacional, la Federación de Industrias de Santa Fe (Fisfe) también renovará autoridades en las provincia, aunque el proceso viene en este caso más calmo. Los dos grupos más importantes a nivel santafesino son la Federación Industrial histórica y la Unión Industrial de Santa Fe. Los nombres en danza son Roberto Paladini (actual presidente), Carlos Capisano o Carlos Garrera (Uisfe).
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